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Pacheco abre la puerta grande

Miranda Pacheco, Muriel,Chapurra

Cuatro novillos de Miranda Moreno, bien presentados y de juego desigual. 3º y 5º de José Vázquez, de enorme trapío, poderosos, descastados y peligrosos; 5º condenado a banderillas negras.

Carlos Pacheco: oreja; oreja; salió a hombros. Juan Muriel: ovación; silencio. Chapurra: silencio; silencio. Plaza de Las Ventas, 29 de julio. Un tercio de entrada..

A la tercera fue la vencida y Carlos Pacheco, por fin anoche, abrió la puerta grande de Las Ventas y ocupó el trono de la gloria en el Olimpo de los dioses táuricos. Desde tan privilegiado lugar puede reinar en el campo novilleril si se sigue produciendo de similar guisa a como consiguió su hazaña. Porque el de La Linea se empleó con similares arcanos a sus dos anteriores y recientes comparecencias en esta cátedra del toreo. A sangre y fuego, asustando a sus bichos y al público, con un valor que ni recuerdan los más viejos del lugar... y toreando. La taleguilla destrozada, el cuerpo negro de moratones, producto de las innumerables veces en que el coletudo por alborear quietud máxima fue revolcado y viajó colgado de las astas aunque milagrosamente sin cornada. Pero también con el alma cálida, serena y rebosante de feliz torería.

Pacheco fue protagonista desde que se abrió de percal para re cibir al mansote primero. Con la quietud por bandera veroniqueó cargando la suerte y ganando terreno. El turno muleteril lo comenzó con el cartuchito de pescao y después, siempre con distancia, colocación, ligazón y temple, toreó hasta que el bicho se le rajó a chorros y desistió de embestir. Con el encastado cuarto, el coletudo agrandó sus méritos, al iluminar mas la noche con faroles tanto con capote como con flámula. En esta su habitual originalidad, tampoco faltó el cartuchito, ahora de rodillas. A diferencia de sus dos anteriores veces, Pacheco trajo la tizona afilada y descerrojó la puerta grande.

Tampoco se arredró el debutante Juan Muriel con el regalito corrido en quinto lugar, un morlacón descastadísimo y pregonao al que durante media hora sólo se le pudo poner un puyazo y una banderilla negra. El sevillano, que ya había apuntado un toreo clásico, valiente y gustoso en el manso segundo, se lo quitó del medio con dignidad. De casi similar catadura. era el primero del también debutante Enrique Martínez Chapurra, igualmente decoroso en su labor. El castaño y listón que cerró tan interesante festejo le permitió tibios detalles.

Triunfo de Barrera

Por otra parte, Vicente Barrera fue el triunfador de la sexta corrida de la feria de Santander celebrada ayer, informa Efe. Se lidiaron toros de Valdefresno, bien presentados, que mansearon, con el siguiente resultado: Joselito, aviso y ovación en. sus dos toros. Enrique Ponce, ovacionado en los suyos. Vicente Barrera, oreja en ambos. Salió a hombros Por la puerta grande.

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