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Erotismo de nata y fresa

Un pastelero fábrica con éxito tartas picaronas en Móstoles y Alcorcón

El erotismo ya ha llegado a los postres. Después de la proliferación de los restaurantes de este tipo, sobre todo en la capital, Luciano Sánchez, de 57 años, se ha atrevido con las tartas de formas sugerentes y mensajes directos a la líbido. La idea comenzó a darle vueltas en su cabeza después de ver un programa de la televisión norteamericana hace dos años en él que unas pasteleras comentaban el éxito que habían tenido fabricando tartas eróticas. Luciano pensó que, si una sociedad como la americana (muy liberal para algunas cosas y más recatada para el sexo) aceptaba de buen grado la iniciativa en Madrid nadie pondría pegas al invento.Y así ha sido; desde hace poco menos de un mes, en que puso en marcha la idea, no deja de recibir encargos de tan suculentos pasteles. Ayer mismo, un grupo de jóvenes encargó "un pito gigante" de nata y fresa para regalar a un amigo que se casaba. Uno de estos chavales, Javier Gorgojo, de 26 años, no se recató en manifestar lo que pensaba: "Estas tartas molan, lo que pasa es que no sabemos si a la novia de mi amigo le sentará bien que nos presentemos en el banquete con este pene". Sin embargo, unos ancianos que también se detuvieron frente al escaparate atraídos por unos senos en los que ponía "chupetón" censuraron la idea calificándola de inmoral.

"Es normal que las tartas eróticas no gusten a todo el mundo y lo entiendo", explica Luciano, "aunque no se puede decir que la mayor! de los clientes sean los jóvenes. El otro día se llevaron un cuerpo de mujer para un señor de 70 años", añade. Margarita, una vecina de la zona que entró en la pastelería para comprar el pan, se detuvo de paso ante la cámara de las tartas y comentó entre sonrisas: "¡Anda, mira esas tetitas! Son más redondas que las que salen por la tele".

El establecimiento, situado en la calle Echegaray de Móstoles, tiene también sede en la calle Mayor de la localidad vecina de Alcorcón, y se llama Pastelería Erótica y Romántica El Poeta, porque no sólo se fabrican bustos femeninos, pitos o mujeres despatarradas. "También. hacemos dulces en forma de corazón para las parejas, por eso se llama Romántica", apostilla su propietario. Y lo de Poeta se debe a que la verdadera pasión de Luciano es escribir unas poesías que acompañan a las tartas dentro de un pequeño sobre. Los ingredientes y la forma de los dulces los decide el que paga, por extrañas que sean sus pretensiones. "Hace unos días, una mujer mayor nos pidió un cuerpo de hombre, pero con el pito hacia arriba, y se lo hicimos sin problemas", aclara Sánchez. Recibe a diario desde escolares que pretenden hacer una broma regalo a un profesor, hasta hombres maduros que quieren poner en su aniversario de bodas un toque de picardía.

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