Ruiz-Gallardón anuncia una licencia que no existe para la plaza de Oriente

Alberto Ruiz-Gallardón Jiménez anunció ayer acuerdos de su Consejo de Gobierno a troche y moche. Lo hizo deprisa porque le esperaba una inauguración en Villanueva del Pardillo, y tropezó al explicar un acuerdo que nunca fue.Informó que la Comunidad autorizaba definitivamente las obras de reforma de la plaza de Oriente, que habían enfrentado a socialistas y populares durante los últimos dos años, tras estudiar el informe favorable de la Academia de Bellas Artes.

Por fin, la licencia definitiva que esperaba el alcalde estaba lista.

La propuesta era del consejero de Educación, Gustavo Villapalos, según Ruiz-Gallardón. Cuando EL PAÍS le preguntó sobre la existencia de otros informes desfavorables a la obra, el presidente regional contestó asegurando que esa información era incompleta y que, para autorizar la reforma, se habían evaluado todos los informes existentes.

Unas horas más tarde, Villapalos aseguraba a este periódico que la autorización escrita no existía, pues dudaban sobre el departamento encargado de tramitarla.

"Me parece que corresponde a Obras Públicas. Lo he discutido con el consejero Luis Eduardo Cortés para saber a quién le corresponde", señaló. El Consejo de Gobierno, según Villapalos, no autorizó ayer nada. "Quizás ha existido algún malentendido, pues la reunión del Consejo de Gobierno ha sido un tanto complicada por el asunto del incendio de Somosierra".

Preservar la atalaya

Villapalos reflexionó sobre la obra más polémica del Gobierno municipal de Álvarez del Manzano. "La reforma tiene sus pros y sus contras, como todas las cosas. Pero dado que se comprometen a preservar en el aparcamiento el trozo de muralla árabe aparecido, parece que no hay ningún problema con la obra", resume Villapalos. La muralla árabe a la que se refiere el ex rector de la Complutense es en realidad una atalaya del año 1028.El Ministerio de Cultura, responsable de la protección del teatro de la ópera y. del palacio de Oriente, informó negativamente la ejecución de obras en la plaza por el "grave impacto que tendrían sobre un gran número de edificios existentes en la zona y declarados bien de interés cultural". También señaló el ministerio que la reforma proyectada "alteraría la memoria histórica de una zona tan representativa del centro histórico".