Nuevos directores lamentan la escasez de productores creadores de cine

Tres directores de la nueva generación del cine español (Rosa Vergés, Mariano Barroso y Juanma Bajo Ulloa), liberaron ayer en público muchas de sus emociones y se lanzaron a la ardua tarea de explicar qué misterios circulan bajo la piel de los creadores. En los inicios de sus carreras, cuando ya se cumple un siglo de la historia del cine, los tres realizadores coincidieron en que la única referencia para el futuro son las emociones o, en palabras de Mariano Barroso, "crear un mundo de angustia para luego liberarla". Pero lamentaron la escasez en España de productores que sean verdaderos impulsores y creadores de proyectos y no meros gestores. "Con este panorama tenemos pocas oportunidades de desarrollar nuestra faceta de creadores", dijo Rosa Vergés.El seminario Un segundo siglo para el cine -dirigido por Manuel Gutiérrez Aragón y Enrique Torán en la Universidad lnternacional Menéndez y Pelayo terminó ayer con la presencia de algunos poseedores del futuro del cine. Mariano Barroso (Mi hermano del alma y Lucrecia) planteó el problema básico que amenaza, en su opinión, al cine "El cine se parece cada vez más a la, televisión, que solo produce entretenimiento. Para que el cine impacte tiene que crear emociones y angustia y luego liberarte de ella, algo que no provoca la televisión que solo reparte analgésicos", señaló.

Un reto personal

Obseso de las formas y los efectos especiales, Bajo Ulloa (Alas de mariposa y La madre muerta) está en paro, tras producir sus dos películas y quedarse en la ruina. Como director huyo de todo lo que me ata a la silla como espectador. Mi esquizofrenia es real, puedo ser muy escéptico pero en el fondo soy emocional y romántico", confesó.

Rosa Vergés confesó que su presencia en el cine no se debe a un sentimiento compulsivo que no puede dominar. "Para mí era un sueño que creía podía controlar. Se te supone un talento que no existe, es tan simple como que tienes algo dentro y no puedes evitar sacarlo. Creía que tras mis dos películas (Boom, boom y Souvenir) me iba a liberar y me iba a dar por satisfecha, pero no es así. Pasas por verdaderas situaciones de agobio y al final se convierte en un reto personal, en el que dejas mucho de tu carácter, tu seguridad y tu vida", señaló la cineasta barcelonesa.

Los tres insistieron en denunciar la escasez de auténticos productores que cumplan con su labor impulsora de iniciadores de proyectos y no de meros gestores económicos. "Se habla muy poco de la creación y mucho de finanzas. Gastamos fuerza y talento en el laberinto de la industria", denunció Barroso. "Hecho de menos el diálogo entre director y productor tal y como se produce entre un editor y un escritor", dijo Vergés. "Yo he sido productor a mi pesar. Si no hubiera producido mis películas éstas no existirían", lamentó Bajo Ulloa.