La fuerte ola de calor empieza a remitir, según el Instituto Nacional de Meteorología

La fuerte ola de calor que ha provocado algunas de las máximas temperaturas del siglo -46,6 grados el pasado domingo en Sevilla,, 46,5 en Córdoba- está remitiendo. Hoy y mañana el clima será más soportable, después de más de una semana de agobio, según predicciones del Instituto Nacional de Meteorología. A partir del jueves, las temperaturas volverán a subir,pero con menos fuerza. Un total de 33 personas -la mayoría ancianos con patologías crónicas- han fallecido en Andalucía, Aragón y Madrid. Andalucía es la región más castigada, con 28 víctimas mortales.

"Hoy y mañana puede decirse que esta ola de calor llega a su fin", anuncia Feliciano Jiménez , jefe de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología. "A partir del jueves volverá a subir, pero menos fuerte". Según Jiménez, la mejoría va a notarse, sobre todo, en el oeste de España y en el norte. El Instituto Meteorológico de Andalucía prevé para hoy y mañana un descenso de entre 7 y 10 grados en la cuenca del Guadalquivir, según el meteorólogo Luis Herrero de Frutos.Aunque habrá rebrote del calor, el Instituto Nacional de Meteorología confía en que no se alcanzarán de nuevo las cotas históricas de los últimos días en Andalucía, Madrid, Extremadura y ambas Castillas. La persistencia de las altas temperaturas ha sido un fenómeno relativamente anormal, según los expertos. Una ola de calor suele durar tres o cuatro días. En esta ocasión han sido muchos más y, al no haber renovación del aire, el efecto acumulativo ha resultado fatal.

De hecho, 33 personas han muerto en España corno consecuencia del fuerte calor. Desde el fin de semana, siete personas fallecieron en Sevilla en sus casas, y un indigente de 62 años, en la calle; en Córdoba hubo dos muertos y en Jérez de la, Frontera, un anciano de 80 años falleció ayer. Un total de 77 afectados permanecen ingresados en hospitales andaluces.

Según el Servicio Andaluz de Salud, sólo una de cada 10 muertes puede achacarse directamente al calor; el resto deriva de dolencias cardiopulmonares previas. Fuentes del hospital Miguel Servet. de Zaragoza señalan que los cuadros de deshidratación que presentan muchos ancianos dos mujeres de 84 y 85 años fallecieron el fin de semana en la capital aragonesa- es similar al de otros años, por lo que descartan el golpe de calor.

Ese golpe, matizan los médicos, puede invocarse cuando fallece una persona sin rastros de enfermedad. De hecho, el pasado domingo, en Coslada (Madrid), fue encontrado muerto en su casa Un hombre de 54 años cuya afección asmática pudo agravarse por la alta temperatura, según fuentes de la policía local; pero hasta no contar con el informe forense, no puede atribuirse al calor el fallecimiento.

En esas 48 horas, Sevilla batió por dos veces su máxima histórica de 45,2 grados en junio de 1965: el sábado se llegó a los 45,6 y el domingo a los 46,6. Otros puntos de récord fueron Córdoba (46,5) y Badajoz (44,4). En días pasados, tuvieron las temperaturas más altas del siglo en Granada (42,6), Toledo (42,2), Valladolid (40,2) y Madrid (39,4).

En general, los que más sufren son los habitantes del centro de las ciudades. Aunque en Sevilla fue ingresado el fin de semana un agricultor de 59 años que quedó inconsciente mientras recolectaba tomates, la imagen emblemática del calor son las achicharrantes calles sevillanas: durante el día, sólo transitadas por los viandantes imprescindibles, que persiguen las sombras; de noche y hasta la alboreá, repleta de familias que improvisan auténticos campamentos en terrazas y plazuelas, con incesante vaivén de abanicos y todo un despliegue de cochecitos de bebé aparcados en batería, junto a los resignados adultos.

La gente no aguanta quedarse en casa, puesto que las temperaturas oficiales, de récord -27,4 de mínima en Sevilla en la madrugada de domingo a lunes; 27 en Córdoba-, son aún más altas en el interior de los edificios, recalentados implacablemente toda la jornada. La venta de aparatos de aire acondicionado y de ventiladores, aun habiéndose disparado, no palía la general sensación de malestar. Sevilla ha batido también el récord de consumo de electricidad.