Gorazde no es Srebrenica

A los serbios de Bosnia les va a costar mucho más capturar el enclave bosnio de Gorazde que lo que les llevó la conquista de Srebrenica, aun en el caso de que las potencias occidentales fracasen en su plan de defenderlo por medio de la aviación, aseguran fuentes de la ONU.Los serbios arrasaron las defensas bosnias de, Srebrenica hace una semana y el pasado miércoles proclamaron prematuramente la rendición de Zepa, que aún mantiene su desafío. El siguiente paso anunciado por el jefe militar de los serbobosnios, general Ratko Mladic, es Gorazde, la tercera zona segura de Bosnia oriental.

En Gorazde, a diferencia de Srebrenica y Zepa, hay una considerable fuerza armada: 10.000 soldados bosnios bien entrenados y con un suministro básico garantizado. De su fábrica de armas han vuelto a surgir morteros y granadas de mortero después de un año de parón. Esta fábrica, inexistente en los casos de Srebrenica o Zepa, ya fue' objetivo militar de la ofensiva serbia de abril de 1994.

La ubicación geográfica del enclave de Gorazde facilita teóricamente su defensa. Zepa o Srebrenica son o eran islas en medio de un vasto territorio controlado por los serbios. Gorazde, igualmente rodeada, está próxima a los frentes de Trnovo y de los montes de Treskavica, a unos 40 kilómetros al sur de Sarajevo, donde la Armija ha logrado avances en los últimos meses. De este modo, el Ejército bosnio está en condiciones de presionar la retaguardia de las fuerzas serbias que asedian Gorazde.

El interés serbio en los tres enclaves orientales es, además de político, logístico ymilitar. Stebrenica está junto a una importante arteria que conecta Serbia con Pale; Zepa se halla junto al río Drina, una de las fuentes hidráulicas clave, y por Gorazde pasa una carretera estratégica que une Bosnia oriental' con los puertos adriáticos.

Para el Gobierno de Sarajevo, una eventual pérdida de Gorazde (60.000 habitantes) supondría el revés militar y político definitivo. El líder de los serbobosnios, Radovan Karadzic, ha llegado a proponer su canje por los barrios de Sarajevo por ellos controlados. Ni para Karadzic ni para Belgrado son aceptables tres , dos o un solo enclave musulmán tan cerca de sus fronteras.

El presidente serbio, Slobodan Milosevic, no desea que el nacionalismo de los musulmanes bosnios altere a sus musulmanes. de Sandzak, justo al otro, lado de la frontera cerca de Gorazde, o a sus dos millones de albaneses en la región de Kosovo, patria espiritual del nacionalismo serbio.