Chirac niega un ataque aéreo francés contra Pale
Cuatro nuevas explosiones sacudieron ayer los alrededores de Pale, la capital de los serbios de Bosnia vecina a Sarajevo, en lo que parece la continuación de los esporádicos ataques de la artillería bosnia contra el feudo montañoso, de 15.000 habitantes, de los' radicales de Radovan Karadzic. Las explosiones de ayer se produjeron pasado el mediodía y siempre en áreas montañosas vecinas al casco urbano de la localidad. Según algunas fuentes, las detona ciones, de gran intensidad, coincidieron aproximada mente con la presencia de un misterioso avión sobre la capital serbobosnia. Desde el domingo, la comidilla de Pale, un pueblo aletargado donde nunca pasa nada pese a estar a menos de 20 kilómetros de Sarajevo, es la gran detonación escuchada ese día, sobre la que corren versiones para todos los gustos.El diario francés Libération sugería que se debió, a una bomba de una tonelada, dirigida por láser y lanzada desde un Mirage 2000 contra la casa de7 un miembro de la nomenklatura serbia próximo a Karadzic, informa desde París Octavi Martí. La decisión, según el periódico, fue ordenada por el. presidente francés, Jaeques Chirac, desde Dakar (Senegal) donde se halla en visita oficial. Un portavoz de la presidencia desmintió categóricamente cualquier participación de Francia en esa acción.
No hay constancia
Este supuesto ataque de que la OTAN no tiene ninguna constancia, se habría producido en represalia por la muerte de dos capitanes franceses de los cascos azules, el sábado por la noche, en un ataque de los serbios contra1as instalaciones de la ONU en Sarajevo.
Otras fuentes periodísticas aseguran que el estallido se debió al impacto de un desconocido avión que se habría estrellado en las cercanías de Pale y cuyos restos ya habrían sido localizados por el ejército serbobosnio en un paraje montañoso minado y de difícil acceso. Para los más escépticos del lugar se trata simplemente de una de las frecuentes explosiones que causan los aviones de reconocimiento de la Alianza Atlántica que patrullan el cielo bosnio cuando rompen la barrera del sonido.
La disposición de Pale, con cientos de casas dispersas a lo largo de una gran extensión rodeada de montañas, hace dificil la localización de eventuales impactos si no se producen en el mismo núcleo urbano o sus proximidades. Las autoridades, además,. tienen adoctrinada a la población para que no facilite a los informadores extranjeros datos que permitan situar con precisión el lugar de posibles blancos enemigos. En este caso nadie parece haber visto nada.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.