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Querida mafia rusa

El pueblo comienza a creer en el crimen organizado como antes creía en el omnipresente partido comunista

"Querida mafia: Tengo tres hijos y carezco de medios para alimentarlos. ¿No podrían ayudarme, por favor?" La carta es auténtica y fue enviada por una mujer al semanario ruso Literatúrnaya Gazeta para que los periodistas que escriben de sucesos la hicieran llegar a sus destinatarios. Este caso, a primera vista anecdótico, refleja un fenómeno creciente que los especialistas en delincuencia consideran sumamente importante y amenazante: la criminalización de la conciencia social del pueblo ruso."La gente comienza a creer en la mafia como creía antes, en la época soviética, en el Comité Central del Partido Comunista, al que escribía para pedirle que le solucionara todos sus problemas. Esta es una de las nuevas, tendencias significativas en la sociedad rusa, que muestran el nacimiento de una psicología mafiosa que está penetrando. en todas las capas de la población", dice Yuri Shchekochijin, uno de los expertos rusos más conocidos en delincuencia organizada.

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Huida de un asesino a sueldo

La criminalidad en Rusia ha aumentado en proporciones extraordinarias desde que se desintegró la Unión Soviética y comenzaron las reformas económicas. Para algunos, como para el cineasta y diputado Stanislav Govorujin, se trata de una verdadera guerra civil en la que se lucha por la redistribución de la propiedad estatal, por el control de la riqueza.

La corrupción ha penetrado en todos los niveles de la Administración, nacional o local, y, a pesar de la lucha a muerte que periódicamente declaran el Gobierno y el presidente, Borís Yeltsin, contra la criminalidad, la mafia se siente cada vez más segura y actúa con absoluta impunidad. Basta recordar el asesinato del conocido periodista televisivo Vladislav Lístiev después de ser nombrado director ejecutivo de la televisión pública rusa, o la reciente y espectacular fuga del asesino a sueldo número uno Alexandr Solonik.

Más de mil grupos, criminales, cada uno de los cuales cuenta con entre 50 y 500 hombres, actúan hoy en Rusia. El año pasado hubo 32.300 asesinatos, cifra que triplica las bajas oficiales conjuntas de las fuerzas rebeldes y federales en la cruenta guerra de Chechenia y más del doble de las bajas soviéticas en los 10 años de guerra en Afganistán.

Control de empresas

El ex jefe del departamento de policía para la lucha contra la mafia, Alexandr Gúrov, calcula que el 97% de los bancos rusos paga tributos a la mafia, y Mijaíl Yégorov, viceministro del Interior, asegura que ésta controla más de 40.000 empresas en Rusia. Además, la fuga de capitales es enorme. Según datos del economista y político Grigori Yavlinski, mensualmente salen del país 5.000 millones de dólares (unos 600.000 millones de pesetas). Y los expertos franceses estiman que en las cuentas de rusos en el extranjero hay unos 40.000 millones de dólares.Si antes los elementos criminales actuaban sólo en la esfera de los negocios, ahora tratan de penetrar en la política. Esta tendencia comenzó con Otari Kvantrislivili, el capo asesinado el año pasado, fundador del Partido de los Deportistas. En Crimea, la mafia creó el Partido Liberal Cristiane, y, en tres meses, toda su dirección fue liquidada por otro grupo de delincuentes. Nadie duda de que la mafia, con su enorme poder económico, influirá en las próximas elecciones parlamentarias de diciembre, y Oleg Gaidánov, el vicefiscal general de Rusia, incluso piensa que éstas pueden verse marcadas por asesinatos.

Entre las nuevas tendencias con respecto a la mafia están los intentos de darle un carácter legítimo. Los partidarios de legitimarla -como el popular cantante y asesor cultural del Gobierno de Moscú lósif Kobzón- sostienen que ella puede controlar a los peces pequeños, a la criminalidad ordinaria. En este grupo también están los que piensan que los mafiosos deben terminar cuanto antes de repartirse la propiedad estatal, ya que entonces estará n interesados en defender sus riquezas y se convertirán en personas res petuosas y defensoras de la ley. Esto refuerza la peligrosa ten dencia de criminalización de la vida social, es decir, como dice Shchekochijin, la amenaza de que la sociedad comience a vivir según las leyes de la mafia.

¿Peligro internacional?

Que la mafia rusa representa un peligro para la seguridad estatal del país es algo que nadie duda, pero los expertos no piensan que amenace seriamente a Occidente. "Hay una serie de leyendas en Occidente sobre la mafia rusa, especialmente en Estados Unidos. Me parece que ahora se desea usarla como una carta política para asustar a la gente en sustitución de la bomba atómica y del comunismo" dice Shchekochijin al respecto. Pero los expertos en la misma Norteamérica son escépticos cuando se habla de la invasión de la mafia rusa, y consideran que los clanes tradicionales -como los italianos, japoneses o chinos- mucho más poderosos que los rusos. Además, la mafia rusa actúa casi exclusivamente en la comunidad rusa, sin otros objetivos, al menos de momento.Por último, entre las nuevas tendencias de la mafia rusa está el hecho de que ha comenzado a ocuparse del negocio de las drogas. Antes ignoraba este tráfico porque había otros métodos más fáciles y efectivos de conseguir dinero. Ahora, cuando la redistribución de la propiedad estatal está llegando a su fin, los grupos criminales buscan nuevas esferas para actuar. Además, hoy ha surgido un mercado para la cocaína que antes no existía: se trata de los nuevos rusos, los nuevos ricos.

La entrada de los grupos criminales rusos en el narcotráfico, por paradójico que parezca, es algo positivo para algunos especialistas, pues va a reducir de alguna forma su impacto social. "Hay que dar a la mafia su lugar en la sociedad y evitar que, como ahora, esté en todas partes, que sea omnipresente. Y ese lugar son los vicios del hombre: juegos de azar, drogas, prostitución. El que nuestra mafia, por fin, haya comenzado a traficar con drogas, para mí es un hecho más positivo que negativo", señala Shchekochijin.

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