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Prófugos para evitar que operen a su hija

Los padres de una niña austriaca enferma de cáncer escapan con ella a España

Erika y HeIníut Pilhar eran desconocidos en Austria hasta que se convirtieron en prófugos al huir del país con su hija Olivia, de seis años, que está a punto de morir por un tumor en el riñón, para librarla de una operación y una cura de quimioterapia propios de la medicina clásica en la que ellos no confían. La familia Pilhar escapó primero a Suiza y después a Málaga, donde viven escondidos en un hotel.Todo el país ha seguido por televisión la travesía ilegal de la familia Pilhar y el visible deterioro de la niña, que ha originado una. agria polémica sobre quién tiene los derechos de potestad sobre los niños, los padres o el Estado.Los padres rechazaron la operación y quimioterapia, que puede salvar, según los especialistas, a un 95% de los niños que sufren este tipo de cáncer, conocido como tumor de Wilms. Ambos están influenciados por un turbio ex médico alemán, Ryke Geerd Hamer, que rechaza tanto la medicina clásica como la alternativa, y que cree poder curar el cáncer simplemente haciendo "desaparecer el trauma y el conflicto, que lo ha causado". Las autoridades prohibieron ejercer a Hamer en 1986, cuando fue acusado de ser el responsable de la: muerte de cuatro enfermos con cáncer, tratados sólo con esencias aromáticas, masajes y psicoterapia. El médico que diagnosticó inicialmente el tumor, Olaf Jurgenssen, envió a la familia Pilhar al hospital oncológico infantil de Viena, al que sólo fueron una vez y admitieron que no volverían porque el tratamiento "rnataría" a su hija. Jurgenssen les denunció al Tribunal de Menores, que decidió privar del derecho de la tutoría a los padres, por "torturar y poner en peligro la integridad física" de la menor.

Jurgenssen dijo que no estaba dispuesto a ser condenado por la justicia,como ocurrió recientemente con otros dos médicos que no suministraron una transfusión de sangre a un bebé, que murió poco después, porque se negaron sus padres, testigos de Jehová. "Nuestro deber y el del Estado es velar por la integridad física y la vida, especialmente de los menores" advirtió.

Mientras médicos, medios de comunicación y los abuelos de Olivia han apelado a los padres para que terminen con la clandestinidad, el Ministerio de Justicia de Austria ha denunciado el caso a la fiscalía y tiene una orden de captura internacional de Interpol contra los padres. Un portavoz del mismo ministerio aseguró ayer que si la familia Pilhar regresaba de su escondite en España y entregaba a su hija, se anularía la orden de captura. Si la niña muere por no haber recibido una terapia adecuada, la fiscalía acusará a los progenitores de homicidio involuntario, que puede. significar una condena de un año de cárcel.La ministra de Salud, Christa Krammer, denunció el "vacío legal" en las leyes que protegen a los pacientesde "curanderos y charlatanes" y en el debate parlamentario del martes pasado exigió una reforma. El ex médico alemán no puede ser condenado por "curandería" porque en esta categoría se incluye sólo a personas sin título universitario y no a médicos, aunque hayan sido privados de su licencia para ejercer, como es su caso. El deterioro de Olivia ha sido reflejado en documentales de varios equipos de televisión.

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