Cañellas acusa a Aznar de hacerle víctima de "un acto de imagen injusto y desproporcionado"
Gabriel Cañellas, presidente autonómico de Baleares desde 1983 y líder del PP insular desde 1979, abandonó ayer los dos cargos con aire dolido y retador. Afirmó que se aparta de momento de la política "con pena y mucho dolor" por la exigencia de José María Aznar de que dimitiera como una forma de asumir sus responsabilidades políticas en el caso Sóller, un presunto cobro de comisiones ilegales por el partido. Cañellas acusó a Aznar y a la dirección del PP de convertirle en víctima de una decisión que es un "acto de imagen injusto y desproporcionado" que él no comparte.
El poder de Cañellas se dejó sentir en el nombramiento de su sustituto, el democristiano Cristóbal Soler, un empresario de perfil político discreto. El presidente dimisionario insinuó que espera regresar al frente del Gobierno autónomo a medio plazo, tras explicar que se ha negado. a encabezar una rebelión contra la cúpula nacional."No me voy con tristeza ni derrotado, sino muy orgulloso" agregó. El críptico mensaje del que se pueden deducir las intenciones de retorno de Cañellas fue el siguiente: "Quién sabe lo que el tiempo puede traemos de nuevo, para bien. de nosotros y para mal de todos aquellos que hoy respirarán hondo... pero que no, lo hagan muy profundo, no sea que se trunquen".El dimisionario presidente ejerció activamente su poder e influencia al pilotar la designación del sucesor en el Ejecutivo autónomo. Se trata de Cristóbal Soler, de 38 años, actual presidente del Parlamento del archipiélago. Con esta decisión, respaldada por los fieles a Cañellas en las cuatro islas, se bloqueó la posible renovación interna que hubiera supuesto la elección del único candidato que se había postulado para la sucesión, el crítico Joan Verger.Cañellas dijo que por disciplina interna aceptó "el compromiso ético y la asunción de responsabilidad personal". Y apostilló que confiaba en que el PP nacional respetara "la vertebración del partido desde abajo hacia arriba", es decir, la decisión unánime del PP balear de no aceptarle la renuncia a sus cargos. Clamó también por la prevalencia de las ideas sobre las personas y calificó su gestión "de gran obra que no se ha de romper para defender a aquél que la hizo realidad". Reconoció que, tras la aclamación unámime recibida por parte del PP balear cuando presentó y retiró inicialmente sus dimisiones, recibió,apoyos para crear un partido regional enfrentado "a todas estas decisiones impuestas" pero rechazó la idea: "Nunca iré contra mi propia obra", señaló.Cañellas dio a entender también que el tiempo le dará la razón frente a Aznar y aseguró que el presidente del PP el resto de y la dirección nacional habían amenazado con expulsar a todos los afiliados de Baleares que le apoyaran si decidía no dimitir. "El tiempo quita y da la razón a las personas", dijo. "El tiempo y la realidad quitan o dan autoridad a quien toma decisiones, en función del acierto de quien las toma. Es tiempo de esperar".Joan Huguet, hasta ahora presidente del Consell de Menorca y portavoz parlamentario del PP, fue elegido por unanimidad, nuevo presidente del partido conservador en, Baleares, con el objetivo de abrir la renovación del partido. Huguet, maestro, de 41 años, se ha comprometido a celebrar un congreso extraordinario antes de fin de año, para intentar recomponer la cohesión interna y definir el liderazgo del PP insular. La crisis del partido en el archipiélago anotó ayer un nuevo dato: la dimisión,del secretario general y mano derecha de Cañellas, José Antonio Berastaín, que aparece implicado en la presunta financiación irregular del PP de Baleares, según el informe judicial elaborado por la policía y Hacienda.A la crisis política, el PP añade los problemas judiciales derivados de la. resolución de dos sumarlos abiertos:.el primero por una querella de IU contra el gobierno de Cañellas por presunta prevaricación en, la concesión del túnel de peaje de Sóller; el segundo recoge díctámenes de expertos policiales y fiscales que apuntan a una presunta financiación irregular del PP, mediante el cobro de comisiones ilegales al Concesionario del túnel. Cañellas negó ayer. cualquier posible - imputación por estos casos y se mostró herido por la actitud de la cúpula de su partido. Según él, la dirección se ha visto presionada por "informaciones equivocadas y ajenas a la realidad" y ha acabado "prisionera de sus propias posturas, empujada por otras situaciones".
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