Lasa y Zabala estuvieron secuestrados por guardias civiles durante dos meses
Un grupo de guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo mantuvo secuestrados durante dos meses a los presuntos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, según una investigación realizada por el Ministerio de Justicia e Interior,cuyos datos publica hoy La Vanguardia. Los dos jóvenes fueron secuestrados en Bayona el 16 de octubre de 1983, y después de pasar dos meses secuestrados en algún lugar de Guipúzcoa fueron trasladados a Alicante. Allí los asesinaron y luego los enterraron en cal viva.
Las sospechas principales sobre los autores del secuestro y el posterior crimen apuntan hacia el grupo de guardias civiles que integraban el presunto GAL verde. Francisco Álvarez, ex-jefe del mando único de la lucha contraterrorista y ex-jefe superior de Policía de Bilbao, citó anteayer ante el juez Garzón a ese grupo de guardias civiles como activos participante en la guerra sucia contra ETA. Según la declaración de Álvarez la trama de los GAL incluiría cuatro grupos: el marrón -Cesid-,el verde -Guardia Civil-, el azul -la Policía- y el francés, éste último integrado por personas de nacionalidad gala.Lasa y Zabala estaban considerados por las fuerzas de seguridad como miembros de segunda fila de ETA, aunque mantenían contactos con uno de los dirigentes de la banda terrorista, Miguel Goikoetxea, Txapela, al que habían ayudado en un traslado de muebles: de lo que se deduce q ue conocían con exactitud su domicilio. Txapela hubo de morir el 28 de diciembre de 1983 cuando miembros de los GAL le dispararon en San Juan de Luz. Durante los casi dos meses de cautiverio, Lasa y Zabala fueron interrogados de manera interminable y, muy probablemente, fueron sus confesiones las que permitieron la localización de Txapela.Interrogatorios
Las investigaciones de Interior han sido dirigidas por el general Fuentes, designado expresamente por el director general de la Guardia Civil, Ferran Cardenal. Un centenar de personas han sido interrogadas en relación con el caso, la mayoría de ellos mandos y guardias civiles destinados a principios de los ochenta en el cuartel de Intxaurrondo. El coronel Rodríguez Galindo, cuyo ascenso a general está previsto para mañana viernes, es una de las personas que han sido interrogadas.
Las investigaciones del ministerio de Interior presentan datos muy inquietantes sobre los métodos desarrollados en el cuartel de Intxaurrondo para combatir el terrorismo de ETA. Se han detectado estrechos contactos entre contrabandistas de tabaco, drogas y traficantes de divisas con miembro del citado cuartel: los agentes permitían el contrabando y a cambio obtenían información sobre ETA.
Los interrogatorios que han sido la base de la investigación han tenido lugar en la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, en Madrid; en el País Vasco y en otras partes de España donde actualmente están destinados los jefes y mandos que desempeñaban su trabajo en. Intxaurrondo entre 1982 y 1986. En esos años operó el GAL, presuntamente formado por miembros de la Guardia Civil.
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