La nueva derecha rural
El ingeniero industrial Joan Verger Pocoví, de Montuiri (Mallorca) de 54 años, ha sido presidente del Consell de Mallorca y portavoz parlamentario. Abandonó UCD cuando creyó que se desviaba hacia la izquierda. Ahora está sin cargo porque el PP perdió la mayoría absoluta en la isla mayor. Claro representante de la nueva derecha de extracción rural, nunca negó sus pretensiones de llegar a lo más alto. En privado ha lamentado algunas de las decisiones de su ex líder, pero cuando la última semana Aznar acosó a Cañellas, Verger se batió por él. No duda en enfrentarse de viva voz en la calle con manifestantes de Greenpeace y es un duro negociador de pactos.
Una carrera meteórica
La actual vicepresidenta del Gobierno, Rosa Estarás, tiene 29 años, nació en Valdemossa y es licenciada en Derecho. Es la sombra de Cañellas, lista y con ansias de seguir en la cúspide. Ha protagonizado es seis años una meteórica carrera en el poder autonómico: de auxiliar de una consejería a consejera y número dos del Ejecutivo. Se ha adaptado como un guante al estilo del sector femenino del PP que se ha impuesto en el entorno de Aznar. Católica y soltera, no condena directamente el aborto. Milita en el PP desde 1987 y ha mantenido un férreo control sobre los consejeros del Gobierno balear. Versátil y bien vista en la cúpula nacional.
La ambición telemática
El consejero de Economía de Cañellas, Jaume Matas, ese conomista y empresario. Tiene 39 años, nació en la capital y es funcionario autonómico como muchos de los jóvenes políticos del PP Balear. Lleva dos años ensayando ser el sucesor y se alinea con postulados nacionalistas moderados. Es especialista en financiación autonómica.Tiene poco predicamento en el PP insular por su breve militancia, pero quiere gustar. Sus discursos calcan el estilo de la vanguardia política norteamericana. Moderno y, ostentoso, impulsó la construcción de un parque telemático internacional. Ha intentado, al contrario que Cañellas, dialogar con los sindicatos.
Un liberal y menorquín
Joan Huguet, maestro y psicólogo, menorquín y de 41 anos, es presidente del Consell de Menorca y portavoz parlamentario. Sueña, si Aznar gana las elecciones, con ser ministro o secretario de Estado y por ello no se ha postulado para suceder a Cañellas. Fue durante ocho años su vicepresidente. Como responsable del PP con firma en sus cuentas, aparece relacionado indirectamente en el informe sobre la financiación irregular. Es un liberal menorquín tradicional que tiene en su biografía trazos muy progresistas desde la época en que trabajó en el Pozo del Tío Raiumundo. Es hábil y contundente en la tribuna de oradores.
La frialdad católica
El abogado, economista y empresario Cristóbal Soler, de Inca (Mallorca), tiene 38 años y una biografía bordada por la militancia en la democracia cristiana. Pese a que dejó la política durante cinco años tras ser el primer consejero de Economía de Cañellas, en 1991 fue colocado por éste en un puesto clave, la presidencia del Parlamento. En la presente legislatura repite. Ha controlado con mano fría la Cámara. Tiene mucha ascendencia sobre el líder dimisionario y ello le ha creado problemas en la relación con algunos sectores del partido. No es un buen orador y es frío ante las masas. La oposición le acusa de tener poco criterio.
