El ex comisario Álvarez declara al juez que actuaban cuatro GAL
Francisco Álvarez, ex responsable de la lucha antiterrorista, se sumó ayer al coro de arrepentidos que han decidido contarle al juez Baltasar Garzón todo sobre los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Según Álvarez, a quien se considera el cerebro organizador de la guerra sucia contra ETA, había cuatro GAL diferentes: el azul (de la policía), el verde (Guardia Civil), el marrón (Cesid y militares) y el francés. Sobre el secuestro de Segundo Marey dijo que fue Luis Roldán quien alertó de que "se habían equivocado" de objetivo.
Álvarez compareció ante Garzón después de que concluyera la declaración de Julián Sancristóbal, ex director general de Seguridad y ex gobernador civil de Vizcaya, quien reconoció ayer haberse apropiado de fondos reservados de Interior y prometió devolver las cantidades sustraídas.El ex comisario destacó que las acciones que realizaban los GAL eran inconexas, pero no descoordinadas, según informó su abogado, Manuel Murillo. El letrado aludió a la existencia de un "comité de enlace", en el que Álvarez representaba a la policía, y el ya fallecido coronel Jesús Somontes, al Cesid. Por la Guardia Civil había tres jefes: Enrique Rodríguez Galindo en Guipúzcoa, Javier Lara en Navarra y Pedro Llul Catalá en Vizcaya.
Álvarez no mencionó expresamente a Felipe González, pero insistió en que tanto él como los policías que estuvieron en los GAL creían que por encima de Barrionuevo había gente que conocía y tenía capacidad de decisión sobre las actividades del grupo.
El ex jefe superior de Policía de Bilbao fue preguntado por el secuestro de Segundo Marey y por los atentados a los bares Batxoki y La Consolation. Dijo que sus subordinados cumplieron sus órdenes y que él asume la responsabilidad, como espera que asuman las suyas sus superiores. Álvarez declaró que los mercenarios portugueses que participaron en los atentados cobraban también del Cesid y que sospecha que prepararon los atentados contra estos dos bares para que Amedo y Domínguez fueran culpados.
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GAL y fondos reservados
Álvarez también mantiene que Barrionuevo y Vera formaban parte de la cadena de mando de los GAL
Esta nueva estrategia contradice todo lo expuesto por Sancristóbal en la entrevista concedida a EL PAÍS el pasado 19 de enero. Ahora, los arrepentidos reconocen que los GAL se diseñaron en Interior, en un momento en el que los ciudadanos reclamaban una solución urgente frente al avance del terrorismo. Los acusados asumen lo que se hizo, pero dejando claro que cumplían órdenes superiores.La solución debe ser, según esta nueva táctica, un pacto de Estado en el que se asuman las responsabilidades políticas, pero que incluya un amplio indulto a los funcionarios implicados.
En aquella entrevista, Sancristóbal proclamaba su "absoluta inocencia" y aseguraba que el secuestro de Segundo Marey, lo había seguido "por los periódicos". En la madrugada de ayer, en su primera comparecencia ante Garzón, reconoció su participación en los hechos. En enero, Sancristóbal calificó de "inquisitorial" la instrucción del juez Garzón. Ayer, le prometió total colaboración y puso en marcha el ventilador sobre el trasfondo de los GAL. Sancristóbal ha hecho buenas las revelaciones formuladas ante Garzón por los ex policías José Amedo y Michel Domínguez, de quienes en la entrevista de hace seis meses aseguraba que "la cárcel había quebrado su capacidad de resistencia y su personalidad".
El ex alto cargo de Interior ha asegurado a Garzón, en contra de lo que hasta ahora había mantenido, que consultó con Vera y Barrionuevo el problema creado por los mercenarios que secuestraron por equivocación a Marey en vez de al etarra Mikel Lujua. El entonces gobernador civil de Vizcaya sugirió que González era el máximo responsable, y que estaba puntualmente enterado de lo que iba ocurriendo.
El ex secretario general de los socialistas vizcaínos Ricardo García Damborenea también ha solicitado comparecer voluntariamente ante Garzón para aportar nuevo datos sobre la guerra sucia contra ETA.
Por otra parte, el director general de la Policía, Ángel Olivares, aseguró ayer en Santiago de Compostela que facilitará al ex jefe de la Brigada de Información de Bilbao Miguel Planchuelo una vivienda alternativa por razones de seguridad, informa . Planchuelo, que declaró el pasado fin de semana ante Garzón, aseguró que su familia está en una penosa situación económica tras haber sido suspendido de empleo y sueldo y ser obligados a abandonar la vivienda oficial que tenía como comisario jefe en Salamanca.
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