ETA coloca una bomba en la vía férrea Zaragoza-Barcelona

Una inspección rutinaria de los trabajadores de Renfe permitió localizar a primera hora de la tarde de ayer una bomba colocada por la organización ETA en la línea férrea entre Zaragoza y Barcelona. El artefacto estaba situado junto a un cajetín eléctrico y no se había alertado de su colocación, por lo que el tráfico ferroviario se mantuvo con normalidad hasta que se produjo la localización fortuita.El artefacto estaba instalado en el interior de una fiambrera metálica, un método tradicionalmente empleado por ETA, y contenía un par de kilogramos de explosivo que a última hora de la tarde de ayer estaba siendo analizado, aunque los expertos creían que se trataba de amonal. La bomba estaba preparada para que hiciera explosión el próximo día 1 de agosto.

El artefacto fue descubierto por dos trabajadores de la compañía de ferrocarriles en un cajetín situado en el barrio rural de La Cartuja, a unos diez kilómetros al este del centro de Zaragoza.

Expertos de la Guardia Civil en la lucha antiterrorista confirmaron que se trataba de una acción de ETA, e indicaron que el hecho de que no se hubiera producido un aviso sobre su colocación tendría que ver con la posibilidad de que se estuviera todavía "sembrando" la línea de otros explosivos. "Esta es la campaña tradicional de ETA contra el turismo, al igual que colocaron hace unos días las bombas en la costa mediterránea", indicó un oficial.

Las fuerzas de seguridad iniciaron inmediatamente un rastreo por la vía férrea de diversas provincias limítrofes con Zaragoza y en el itinerario hacia el Mediterráneo para comprobar la existencia o no de más bombas. El resultado de la búsqueda era negativo a la hora de cerrar esta edición.

Artefactos en Euskadi

Por otra parte, tres artefactos de escasa potencia estallaron en la madrugada de hoy en San Sebastián, sin que se registraran víctimas humanas, se gún recoge Efe. Las explosiones se registraron a la una menos cuarto de la madrugada: la primera en la puerta del Gobierno Civil, y otras dos en las inmediaciones de la comisaría de la Policía de la calle Javier Barkaiztegi. Los artefactos fueron lanzados desde el Alto de Arrondo.