La Guardia Civil pagó operaciones anti-ETA con contrabando, según el ex mando de Intxaurrondo
"El teniente coronel Rodríguez Galindo ha estado continuamente implicado en operaciones de contrabando por la costa de Guipúzcoa y la frontera francesa (...). En un principio, el dinero que se obtenía por estos procedimientos se empleaba en la lucha antiterrorista". Estas dos afirmaciones resumen la denuncia interna formulada en 1992 contra su superior y otros oficiales de la Comandancia de la Guardia Civil en Guipúzcoa por el comandante Máximo Blanco López, jefe de la lucha antidroga en el cuartel de Intxaurrondo desde 1988 a 1993.La denuncia, grabada en una cinta que nunca fue entregada a la justicia, fue recogida también en documentos secretos del instituto armado.
Enrique Rodríguez Galindo, al conocer esta acusación, la atribuyó a maniobras de sus enemigos, y Blanco matiza ahora que sí denunció irregularidades de varios oficiales, pero no del coronel. Asegura que la cinta fue manipulada.
En el contexto de la secreta Operación Arca de Noé de la Guardia Civil, destinada a sabotear en 1992 la investigación del fiscal Luis Navajas y del juez Fernando Andreu sobre supuesta corrupción en Intxaurrondo, se elaboró un informe encabezado con un "S. E. [Su Excelencia] Ejemplar único". Según el documento, Blanco facilitó informaciones sobre Rodríguez Galindo "para descargar su conciencia, ya que antiguas razones de fidelidad y de simpatías personales hacia aquél le habían impedido darlas antes". Tal documento confirma y resume el contenido de una entrevista de Blanco con mandos de la Guardia Civil:
"Desde 1980/81 y hasta que comenzaron a conocerse a través de los medios de comunicación social las primeras noticias sobre sus posibles actividades irregulares y que algún servicio de información las estaba investigando, el teniente coronel [hoy coronel] Rodríguez Galindo ha estado continuamente implicado en operaciones de contrabando por la costa de Guipúzcoa y la frontera francesa".
"Ha formado sociedad con José Antonio Santamaría Vaqueriza, Javier Narvarte, y Luis Astiazarán
"El contrabando que ha realizado nunca ha sido de drogas".
"En un principio, el dinero que se obtenía por estos procedimientos se empleaba en la lucha antiterrorista. Posteriorente, el teniente coronel Rodríguez Galindo y las personas del cuerpo en las que se apoyaba (miembros del servicio de información de la 513ª Comandancia, principalmente) comenzaron a lucrarse con esta actividad y, finalmente, perdió el control de la situación y sus antiguos elementos de apoyo comenzaron a actuar por cuenta propia con toda osadía y desfachatez. Ha habido temporadas en las que ni siquiera se han recatado de ocultar sus actividades ante el resto de sus compañeros".
"Las personas que han colaborado con el teniente coronel Rodríguez Galindo han sido los componentes del grupo inicial que se constituyó en aquella comandancia para las actividades clandestinas de la lucha contraterrorista [coinciden con los cuadros de relación de la Operación Arca de Noé y con la mayoría de las personas que señaló el fiscal general del Estado en fecha 12 de mayo de 1989]".
"Por estas actividades ha recibido de José Antonio Santamaría, Javier Narvarte y Luis Astiazarán importantes cantidades de dinero que en muchas ocasiones han sido entregadas en metálico, en sobres y en bolsas de plástico [da una serie de detalles y concreciones]".
"La situación en la 513ª Comandancia por este motivo siempre ha sido tensa. Los oficiales no corruptos han tratado siempre, a los dos o tres años de su destino y cuando han conocido los hechos, de obtener nuevo destino en otras unidades. Algunos de ellos, como el actual capitán Arturo Espejo Valero, han tenido algún fuerte altercado con él por estos hechos".
"Actualmente, la mayor parte de oficiales no participan en ninguna actividad de este tipo. La unidad podría sanearse buscando una salida adecuada para 10 o 12 personas [las que figuran en el cuadro de relación de la Operación Arca de Noé]".
Blanco, en conversaciones privadas con personas de su confianza, confirma la existencia de tal cinta y que desveló irregularidades de diversos oficiales de Intxaurrondo, hecho confirmado por el propio documento. Entre ellos, según reconocen fuentes próximas a Blanco, citó a varios oficiales ya denunciados por el fiscal Navajas, como el sargento Enrique Dorado Villalobos, el capitán Fidel del Hoyo Cepeda, el teniente José Guisado y el cabo Antonio Cruz Sánchez Castellanos. Incluso asegura que Rodríguez Galindo fue víctima de la confianza en sus subordinados. Blanco, quien también fue acusado de hechos similares por Egin, fue fulminantemente destituido tras una tensa reunión en la que el entonces teniente coronel le recriminó su "deslealtad".
Rodríguez Galindo atribuye esta grabación-denuncia a que Blanco, "una buena persona", fue "emborrachado y engañado" por los mandos de la Guardia Civil que le entrevistaron, y por eso dijo que "aquí se traficaba". "Todo lo que afecta a mí es mentira, aquí sólo ha habido dos o tres corruptos, y los que hemos encontrado los hemos puesto a disposición judicial".
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