El radical conservador Jesse Helms inicia una dura campaña para reducir las ayudas al sida en EE UU
El ala más conservadora del Partido Republicano, que controla la mayoría en el Congreso de Estados Unidos, ha inciado una ofensiva para reducir el presupuesto público dedicado a la investigación y el tratamiento del sida, considerada por uno de los más prominentes miembros de la oposición como "una enfermedad transmitida por gente deliberadamente implicada en actos antinaturales".El senador republicano de Carolina del Norte, Jesse Helms, dijo ayer que intentará evitar la prórroga de un programa gubernamental de ayuda a los enfermos de sida que concluye el próximo mes de septiembre. Ese programa, que lleva el nombre de un adolescente muerto por sida -que contrajo por una transfusión de sangre-, Ryan White, supone un gasto de 880 millones de dólares anuales (105.600 millones de pesetas).
Helins declaró en una entrevista publicada ayer por el diario The New York Times que los únicos responsables del sida son los propios enfermos por su "deliberada y repugnante conducta", y defendió que el contribuyente no siga pagando por su atención.
El senador republicano dijo que es ridículo que, mientras el sida, es sólo la novena causa de muerte entre los estadounidenses, reciba el presupuesto más alto del Estado. Esas cifras fueron ayer desmentidas por el Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades, que asegura que el sida, constituye la primera causa de muerte entre los hombres y mujeres de entre 25 y 44 años. Sin embargo, esa enfermedad sólo recibe en total -incluyendo tratamiento e investigación- un presupuesto de 6.000 millones de dólares (720.000 millones de pesetas), mientras que se destinan 36.000 millones (4,32 billones de pesetas) a las enfermedades cardiacas y 17.000 millones (2,08 billones de pesetas) al cáncer.
La posición de Jesse Helms es respaldada por otros miembros del Congreso. Un comité de la Cámara de Representantes votará proximamente si se incluye una prueba de HIV obligatoria para los recién nacidos, en contra de los grupos de defensa de las libertades civiles.
