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Reportaje:

Excesivo 'Iatifundismo' en París de la familia Juppé

El primer ministro, la esposa, el hijo, la hija y el cuñado disfrutan de carísimos pisos municipales a precios módicos

Enric González

Un político conservador debe velar por los valores de la familia y, en ese sentido, pocos reproches podrán hacerse a Alain Juppé, el primer ministro francés. Todo el núcleo familiar (la ex esposa, el hijo, la hija y hasta el cuñado, además de él mismo y su segunda esposa) disfruta en París de alojamientos excelentes y -a muy módico precio, gracias a la benevolencia municipal.Habida cuenta, sin embargo, de que Juppé fue adjunto al alcalde para asuntos financieros y máximo responsable de la rentabilidad del parque inmobiliario municipal, las nuevas revelaciones publicadas ayer por Le Canard Enchaîné no sólo le desprestigian, sino que podrían llevar a su procesamiento.

Para hacerse una idea del asunto, basta con repasar las páginas inmobiliarias de Le Figaro. Una chambre de bonne (habitación de la criada) de 10 a 15 metros cuadrados y en una zona discreta, cercana a la estación de Saint Lazare, se alquila por unas 45.000 pesetas mensuales. Un pisito de 44 metros cuadrados en la Porte des Lilas, con bonitas vistas sobre los límites de París y el extrarradio, cuesta 75.000 pesetas. Ya en zona noble, en el Distrito VI (Saint Germain des Prés y aledaños), 20 metros cuestan 137.000, 44 metros suben a 215.000 y 74 metros, a 325.000.

Vivir en París es seriamente caro. Y cualquier habitáculo de superficie superior a los 100 metros puede considerarse latifundio. Por eso es llamativo que Alain Juppé -con residencia gratuita en el palacete Matignon- pague 320.000 pesetas por un dúplex de 189 metros, reformado con cargo al Ayuntamiento por importe de 25 millones de pesetas, en la zona más selecta del Distrito VI.

"Es el piso que me concedió el Ayuntamiento de París. Yo no tuve nade que ver, como adjunto a la alcaldía no me ocupaba de cuestiones inmobiliarias", explica Juppé. Pero eso sí, cuando su hijo Laurent pidió pisito y se le concedió uno de 88 metros, casi contiguo al de papá Juppé, por 7.000 francos (175.000 pesetas), el hoy primer ministro ordenó que el alquiler se redujera a 6.000 francos. Las reformas deseadas por Laurent, al precio de 9,5 millones de pesetas, fueron sufragadas por el ayuntamiento.

"Todas esas revelaciones periodísticas no son tales, ya que se trata de hechos conocidos y perfectamente legales. Hay cierta prensa", dijo ayer el portavoz del Gobierno, François Baroin, "que parece interesada en entorpecer nuestro trabajo en favor de lo que realmente interesa a los franceses, la creación de empleo". Como reacción, la de Baroin en nombre de Juppé fue menos creíble que la del actual alcalde, Jean Tiberi. Éste, tras negarlo todo, acabó reconociendo que se producían "irregularidades" y que pondría a subasta la parte más conflictiva (la más lujosa) del patrimonio municipal.

Juppé y familia no son los únicos. El ex alcalde y hoy presidente de la República, Jacques Chirac; el alcalde Jean Tiberi y sus dos hijos; tres ministros, decenas de políticos municipales gaullistas y muchos altos funcionarios disfrutan, a precio de amigo, del patrimonio inmobiliario del ayuntamiento. Mientras tanto, 60.000 ciudadanos de a pie esperan que la municipalidad les conceda un HLM (alojamiento de alquiler moderado). Y ciertos militantes gaullistas conectados con la alcaldía se enriquecen agilizando los trámites: cuatro de ellos fueron procesados a principios de junio por exigir sobornos de 750.000 pesetas a cambio de evitar la espera, que suele durar entre cuatro y cinco años.

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