El primer satélite espía europeo se lanza esta semana
El 'Helios 1', una cámara en órbita de Francia, Italia y España, vigilará el Mediterráneo
Los estadounidenses y los rusos, antes soviéticos, llevan más de 30 años de ventaja a los europeos en la vigilancia desde el espacio de las actividades humanas en el planeta. A la larga lista de más de 200 satélites militares -de teledetección y de comunicaciones- que las dos superpotencias han puesto en órbita se suma ahora el primer satélite espía europeo, el Helios 1, que será lanzado el próximo viernes desde la base de Kourou (Guyana) con un cohete Ariane 4. Será el primer satélite militar que emplee el Ministerio de Defensa español.Helios 1 es un programa de mayoría francesa con participación de Italia (14%) y España (7%), para detección, reconoci-, miento e identificación de objetivos, con especial interés en la franja de la superficie terrestre comprendida entre el Atlántico y el golfo Pérsico o, más concretamente, el Mediterráneo. Eso sí, siempre que no haya nubes, puesto que sólo lleva detectores ópticos. Los militares europeos tendrán que esperar unos años hasta disponer de las tecnologías espaciales de espionaje más avanzadas, que incorporan cámaras de infrarrojos y radar para ignorar las nubes que cubran sus objetivos, como algunos satélites estadounidenses.
En las fotos del Helios 1, los expertos sabrán distinguir barcos, tanques, un convoy de camiones o instalaciones estratégicas cuyo tamaño sea igual o superior a unos cinco metros, tal vez algo menos, con técnicas de tratamiento de imágenes. La resolución exacta permanece secreta, pero ronda los cinco metros en los satélites civiles de teledetección -para reconocimiento geográfico e investigación medioambiental- de la serie Spot francesa de la que deriva directamente el artefacto militar. De hecho, el Helios 1 ha sido desarrollado y construido, por la empresa Matra como contratista principal, a la vez que el Spot 4, que será lanzado el próximo año.
Los secretos
Así las cosas, lo que realmente permanece secreto en el artefacto militar de 2.550 kilos de peso es su operación, las comunicaciones y la codificación de la información, que el satélite almacenará a bordo y enviará en paquetes cuando pase sobre los centros de recepción de datos. Estos están en Maspalomas (Canarias), para España; Lecce, para Italia, y Creil, para Francia. Desde Maspalomas, la información se enviará al Centro Principal Helios Español, en Torrejón de Ardoz (Madrid), dependiente del Estado Mayor de la Defensa.
Cada socio del programa tiene derecho a un porcentaje de las imágenes, o tiempo de observación, igual a su aportación y cada Estado Mayor elige lo que interesa dentro de su cupo. En casos de crisis, se puede orientar el satélite para que se centre en los puntos calientes, siempre con el mismo criterio de reparto de utilización. Los tres países tienen acceso independiente codificado a las imágenes que pide.
El coste total del programa asciende a 200.000 millones de pesetas, de los que España ha aportado el 7% (14.000 millones de pesetas), pero la presencia industrial española ha sido escasa, con la excepción del INTA, de Defensa, que se ha encargado de los centros Principal y de tratamiento de imágenes.
Una tercera parte de los más de 200 artefactos militares que se han puesto en órbita desde 1960 son de vigilancia y reconocimiento, afirma la Revista Española de Defensa, del ministerio. Y en 30 años, los expertos estadounidenses han alcanzado resoluciones altísimas. Por ejemplo, sacan fotografías en que se distinguen objetos de 10 a 15 centímetros con satélites que bajan hasta unos 150 kilómetros de altura.
Este tipo de operación supone un desgaste rápido de los satélites, que han de ser sustituidos en pocos meses. Sin embargo, el Helios 1, tendrá una vida útil de tres años como mínimo.
Después, para el año 2001 los franceses cuentan con tener a punto el Helios 2, que, siguiendo la misma estrategia que con el primero, se está desarrollando en paralelo con la versión avanzada del Spot, el 5 de la serie. España, primero entró en esta segunda fase del programa, sobre todo a cuenta de los escasísimos retornos obtenidos con el Helios 1, pero el verano pasado se retiró por motivos económicos y de prioridades. Después se reincorporó, a principios de este año, aunque todavía no hay presupuesto específico; lo que hizo cambiar de opinión al ministro español de Defensa, Julián García Vargas, fue el componente europeo que adquiría Helios 2 con la entrada de Alemania.
Pero han pasado los meses y Bonn sigue discutiendo con París esa participación, que podría rondar el 20% por parte de Alemania siempre y cuando su industria desarrolle una parte significativa de los equipos. Italia no se ha definido y Francia continúa en solitario con este proyecto gemelo del Spot 5. La segunda generación Helios tendrá mejor resolución y sensores infrarrojos, pero además, Francia planea un sistema radar desde satélite para defensa, el Horus, también en discusión con Alemania. El Reino Unido, apegado a sus primos estadounidenses en materia de defensa, permanece al margen del programa Helios.
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