Los militares de la confianza del Gobierno sustituirán al general Alonso Manglano en la dirección del Cesid

El sustituto del teniente general Emilio Alonso Manglano al frente del servicio secreto Cesid no será uno sino dos. El Gobierno aprobará en las próximas semanas un decreto de reestructuración del Centro Superior le Información de la Defensa (Cesid) que prevé una dirección bicéfala para el mismo: junto al nuevo director general habrá un adjunto encargado de garantizar el control cotidiano de las actividades del servicio. Aunque aún no hay un decisión definitiva sobre la identidad de los dos máximos responsables del centro, ambos serán militares de la máxima confianza del Gobierno.

En principio, el futuro director general será el encargado de la proyección exterior del Cesid, incluida su relación con servicios extranjeros y con el Parlamento, ante cuya Comisión de Secretos Oficiales comparecerá periódicamente junto al ministro de Defensa; mientras, que el director adjunto se dedicará a la cocina interna y al funcionamiento diario del servicio.La creación de este nuevo cargo está prevista en un decreto de reestructuración del Cesid que dejó ultimado el anterior ministro de Defensa Julián García Vargas y que ahora examina su sucesor, Gustavo Suárez Pertierra. Se trata de la primera medida de un amplio paquete de reformas con las que el Gobierno pretende acometer una profunda reorganización del centro de inteligencia tras el escándalo de las escuchas ilegales.

En medios del Gobierno se atribuye a la falta de un número dos que controlara efectivamente el Cesid durante las ausencias de Manglano, obligado a viajar con frecuencia al extranjero, buena parte de la culpa del descontrol en las actividades del servicio secreto. También se argumenta que la figura del adjunto es común a la mayoría de los servicios occidentales de espionaje.

Sustitución compleja

El nombramiento del número dos del Cesid y la aprobación del decreto de reestructuración del centro podrían producirse este viernes, junto a la designación del nuevo director general, pero lo más previsible es que quede para semanas sucesivas, de forma que el sustituto de Manglano sea consultado al respecto. En cualquier caso, la elección de ambos cargos se está tratando conjuntamente, pues se considera que deben ser complementarios.

El general jurídico Jesús del Olmo Pastor, de 46 años, es el candidato con más posibilidades de acceder a la dirección del Cesid, como número uno o más probablemente como adjunto, según las fuentes consultadas. Se trata de un militar de la máxima confianza del ex ministro Julián García Vargas, quien le puso al frente de su gabinete y le nombró director general de relaciones sociales e informativas de Defensa,

Gran parte de su carrera la ha desarrollado en la asesoría jurídica del ministerio, desde la que colaboró estrechamente en la reforma militar impulsada por el ex vicepresidente Narcís Serra y aplicada por el nuevo ministro, Gustavo Suárez Pertierra. El viernes, en el último Consejo de Ministros de García Vargas, ascendió a general de brigada.

Si Del Olmo ocupa la dirección adjunta, el máximo responsable del servicio secreto será un general de división o incluso un teniente general. Entre otros nombres, se cita al capitán general de Barcelona, Antonio Martínez Teixidó, de 62 años, que estuvo en el Cesid y en Defensa.

La sustitución de Manglano está resultando extraordinariamente compleja. "Más difícil que la de un ministro", en palabras de un alto cargo de Defensa. La semana pasada, el PP hizo saber al Gobierno que no está dispuesto a consensuar y ni siquiera a dialogar sobre el nuevo director del servicio secreto, como pretendía el Gobierno. A la vista de esta actitud, el Ejecutivo ha optado por buscar un militar de su confianza política, aun a riesgo de que el PP lo destituya al día siguiente de ganar las elecciones.

Con esta perspectiva, son pocos los militares dispuestos a colgar el uniforme, ya que la dirección del Cesid es "un camino sin retorno", en expresión de uno de ellos, para acometer dicha tarea.

El Gobierno barajó la posibilidad de sustituir a Manglano el viernes 16 de junio, inmediatamente después de estallar el escándalo, pero desechó la idea por temor a adoptar decisiones precipitadas. Un momento especialmente delicado fue la comparecencia de Manglano ante la juez María Jesús Coronado, que instruye diligencias por las escuchas ilegales, pues, aunque se consideraba remota, existía la posibilidad de que la magistrada optara por enviar a prisión al máximo responsable del centro.

Una de las conclusiones claras de esta crisis es que el Cesid debe estar encuadrado en un solo ministerio y no depender conjuntamente de Presidencia y de Defensa, como hasta ahora. En el futuro, el servicio secreto quedará bajo el exclusivo control del ministro de Defensa, que será su único responsable político.