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Egipto descarta emprender una acción militar contra Sudán

Egipto no puede derramar la sangre de ningún egipcio o sudanés", declaró ayer a la televisión el máximo consejero político de Hosni Mubarak, Usama al Baz. El ministro de Exteriores, Amer Musa, subrayó la misma tesis al afirmar que "una acción militar contra Sudán no puede considerarse, en ningún caso, una opción posible". Musa añadió: "La puerta queda abierta a un entendimiento entre los pueblos egipcio y sudanés a condición de que Sudán aporte pruebas de que no sostiene al terrorismo".El consejero de Mubarak descartó una acción militar contra Sudán incluso si se demuestra, como apunta El Cairo, que el régimen de Jartum está detrás del atentado contra el presidente egipcio. "La reacción de Egipto debe ser fuerte, lógica y bien calculada", declaró Al Baz en una entrevista a la televisión egipcia, para anticipar que "no habrá reacciones inconscientes hasta que terminen las investigaciones y se conozcan las partes implicadas en el fallido atentado y el papel que ha desempeñado cada una". El consejero del presidente añadió que "el pueblo de Sudán es capaz de hacer frente al grupo que usurpó el poder en Sudán" y lo transformó en una república islámica.

La prensa egipcia, tras conocer que las primeras investigaciones apuntan a Sudán como instigador del intento de magnicidio, se ha mostrado a favor de una dura respuesta al régimen de Jartum. El diario oficialista Ajbar al Yaum recomendaba ayer a Mubarak actuar contra Sudán.

El presidente sudanés, Omar al Bechir, mientras, acusó ayer a Egipto de "ingratitud" y "hostilidad" contra su Vais. Después advirtió que los ciudadanos de su país se defenderán de cualquier eventual agresión egipcia.

Queja de Jartum

Jartum remitió ayer al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas una queja contra las acusaciones de El Cairo sobre el atentado de Adis Abeba. Hasan al Turabi, ideólogo y hombre fuerte del régimen sudanés, acusó a Mubarak de intentar rentabilizar el atentado para desviar las atención de los problemas internos de Egipto. "Es obvio que Sudán no tiene nada que ver" con el atentado, afirmó Al Turabi. "El atentado se produjo en Etiopía y él mismo pudo ver quién le atacaba", añadió.

Poco después, las autoridades etíopes hicieron público que sus fuerzas de seguridad han abatido a tiros a tres pistoleros, presuntos responsables directos del atentado contra Mubarak. Los tres, según la policía de ese país, eran de origen árabe. Los tres sospechosos fueron localizados, afirma la comunicación oficial, en un suburbio de Adis Abeba y, al verse rodeados, abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad, aunque finalmente cayeron sin vida sin que produjeran otras bajas.

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