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Lionel Jospin asumirá en otoño la dirección de los socialistas franceses

Enric González

Lionel Jospin será el nuevo líder del Partido Socialista (PS) francés y encabezará a la oposición de izquierda en las elecciones legislativas de 1998. Los delegados socialistas reunidos en un seminario en Marne-la-Vallée, cerca de París, votaron ayer de forma prácticamente unánime a favor de que Jospin llevara a cabo su oferta de "conducir la renovación" del partido. El actual primer secretario, Henri Emmanuelli, puso su cargo a disposición de Jospin, que, fortalecido por su buen papel en la campaña presidencial, deberá empuñar las riendas en un congreso extraordinario a celebrar después del verano.

El consejo nacional del PS refrendará probablemente, en su reunión del 8 de julio, los acuerdos de ayer. Tanto, los renovadores, agrupados en torno a Jospin, como el aparato mitterrandista, representado por Emmanuelli y el ex primer ministro Laurent Fabius, se mostraron conciliadores y coincidieron en afirmar que no existía "golpe interno", sino "voluntad colectiva". Pero los buenos modos mostrados en Marne-la-Vallée no suprimen todos los obstáculos para Lionel Jospin. Para empezar, el aparato difícilmente se rendirá sin resistencia. Y, sobre todo, será complicado encontrar la fórmula que desea Jospin: el ex candidato presidencial quiere manos libres para dirigir, pero no tiene interés en implicarse en las menudencias de la vida cotidiana del partido.Jospin ya fue primer secretario del PS durante el primer septenio de François Mitterrand, entre 1981 y 1988, y no quiere repetir la experiencia. El PS es un partido convulso, creado en 1971 por Mitterrand sobre distintas familias ideológicas muy mal avenidas. Por otra parte, Jospin conoce la experiencia sufrida por Michél Rocard: el ex primer ministro accedió a la máxima secretaría en 1993 y, en apenas un año, el aparato le expulsó, convertido en un cadáver político, hacia un modesto escaño del Parlamento europeo.

Nueva estructura

Lo que propone Jospin es que un grupo de comisiones discutan durante el verano una nueva estructura de dirección para el PS. Esa estructura, de acuerdo con los deseos del ex candidato presidencial, debería contar con un líder político (quizá con el cargo de presidente) que ocuparía él mismo, y un organizador (el primer secretario) que se encargaría de las cuestiones internas. La plasmación, sin embargo, es difícil. Emmanuelli se encargó de recordarlo: "O no tocamos nada, o Jospin me sustituye, o nos repartimos el poder con una estructura bicéfala de presidente y primer secretario".No tocar nada es imposible, dada la autoridad obtenida por Jospin en las elecciones presidenciales. Retirar a Emmanuelli es problemático, dado que, hace menos de un año, la militancia le eligió como primer secretario. En cuanto a la estructura bicéfala, es la que más se acerca a los deseos de Jospin, pero requiere un buen entendimiento entre los dos jefes.

"Esa fórmula bicéfala desembocaría forzosamente en un pulso entre Jospin y Emmanuelli, porque lo que se dirime ahora es la sucesión de François Miterrand y ambos hombres tienen una visión muy distinta del futuro", dijo a EL PAÍS un dirigente renovador.

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