Cierre de honor
Max Roach, el gran percusionista norteamericano, escribió en una ocasión "que lo que cuentan los músicos de flamenco es tan profundo y honesto como los blues de B. B. King, Bessie Smith, Areta Franklin y Ray Charles". Lo que nos contó Ramón el Portugués en el último lunes flamenco de la temporada, es casi imposible que cantante, cantaor o cantaora pudieran expresarlo como él. A sus 46 años, está considerado como el exponente más elevado del flamenco extremeño.Su cante no fue fácil, primero, porque se empleó con algunos de los palos más duros, siguiriyas, soleares y tonas; segundo, por la extensión de su repertorio, 11 temas con cerca de dos horas en el escenario. Pero sobre todo, por su modo de cantar al límite de lo irracional y de sus facultades.
Hubo instantes estridentes, pero nunca perdió la capacidad asombrosa de modulación y muy escasamente la de su afinamiento. Montoyita, con un afianzado toque, puso todo para que El Portugués cerrase con honores.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.