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Tribuna
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La calle

"La vida es la calle; estaría gracioso que fuera otra cosa". La frase es de José Gutiérrez Solana, uno de los grandes entendidos en la vida y la calle. En su colección de Clásicos Madrileños, Editorial Castalia, que dirige Federico Ibáñez, acaba de reeditar un inencontrable libro de Gutiérrez Solana: Madrid callejero. Pocos talentos habrán habido capaces de conjugar las artes de la pintura y la escritura. Escribe como pinta o pinta como escribe.Como dice el profesor T. Santurnino Sanchís, que ha tenido a su cargo la edición del libro, Solana no escribía para publicar sino que sus prosas eran notas y reflexiones que pretendía trasladar a sus cuadros, aunque después de releerlos sintió deseos de darlos a imprimir. Y a la literarura de Solana se acomoda muy bien el juicio que Ramón Gómez de la Serna hizo de su pintura:"...Tiene en su tumefacta paleta moco de caracol, enjundia de gallina, jugo verde de sapo...

Todo lo que tiene la brujería para sus, combinaciones". Y añade: "... Es una paleta ardiente, llena de pastas negras, un poco resecas, apelmazadas, enjutas, aunque carnosas, tanto que parece llena de las cosas que hay en las casquerías".

Cuando el libro se escribió, en 1923, se estaban derribando calles enteras del centro para hacer la Gran Vía. Solana da una visión negra de la ciudad. Por la calle de Ceres, llena de burdeles, pasan las parejas . de guardias de Romanones mientras los borrachos van cantando: "Alza niña y componte, / vamos al baile, / con la camisa rota / y el culo al aire".

Madrid es una ciudad que tiene claustrofobia. Cuando Solana escribía, lo mismo que ahora, es una ciudad que siempre está en la calle. Pintadas con tintas negras aparecen en las páginas de Madrid callejero las fiestas de San Antón, la ver bena del Carmen, los abandonados cementerios, la plaza de la. Cebada, los bailes de criadas de Tetuán, la Gran Vía o, el entierro de la sardina y sus "mascarones harapientos con la cara tiznada de aceite y hollín; algunos se han puesto en el trasero una sartén por debajo de las sayas y un orinal o un barreño en el vientre... ".

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