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El PP cree que ganó el debate porque los demás grupos dejaron solo al Gobierno

VICTORINO RUIZ DE AZÚA El Partido Popular está más que satisfecho del debate sobre el escándalo de las escuchas del Cesid. Ni las críticas al barullo permanente con que sus diputados minaron el gólgota dialéctico de Narcís, Serra le hacen mella. Los populares enfilan el partido de vuelta, la comparecencia de Felipe González el jueves, convencidos de que en el de ida la goleada acabó perforando las redes de la portería del jefe del Gobierno, porque el juego de todos los grupos, menos el socialista, fue marcar distancias y alejarse lo más posible del Ejecutivo.

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Marcado por el odio

Francisco Álvarez Cascos, designado portavoz para la ocasión, tomó el camino en apariencia más arriesgado. No fue una decisión personal, puesto que en la preparación de su discurso trabajó el presidente del partido, José María Aznar.En vez de explotar las gravísimas consecuencias para el Gobierno de la versión expuesta por Serra, Álvarez Cascos optó por negarla de plano, llamar desde la tribuna mentiroso y cínico a González y considerarle responsable principal de todo el escándalo y de todos los escándalos anteriores, con mención especial para los asesinatos de los GAL.

"Pero fue un éxito" sostienen fuentes próximas al secretario general del PP, "porque ya nadie se toma en seno a este Gobierno y hasta sus aliados tradicionales ayer intentaron desesperadamente poner por medio toda la tierra posible". Al encabezar la oposición frontal, demoledora, el PP, según la interpretación de sus dirigentes, acabó capitalizando las críticas de todos los demás grupos.

"Los dos más significativos, CiU e IU, vinieron a nuestro terreno", añaden las mismas fuentes. Mientras, en el otro extremo del campo, los populares vieron a Serra "exhibiendo una debilidad angustiosa, descompuesto, proyectando una sensación de derrota" y a González, en el banco azul, "agonizante". No había "más que verle el gesto, el semblante sombrío".

La conclusión para la dirección del PP es que los nacionalistas catalanes de Jordi Pujol "preparan aceleradamente la ruptura". Sin embargo, en el entorno de Aznar ésta no se da aún por segura. Se toma en consideración una triple alternativa. Pujol puede pactar la ruptura con González, de forma que cada parte intente en los próximos meses recomponer el discurso ante su electorado, pero de forma ordenada.

El presidente de, la Generalitat de Cataluña puede también permanecer abierto hasta el último momento a una oferta autonómica de suficiente calibre como para justificar un último esfuerzo. Y puede, finalmente cambiar de campo y considera que lo más rentable es participar en la decapitación parlamentaria del mismo Gobierno al que ha apoyado, para acreditar la sinceridad de su esfuerzo anterior y e grado de su decepción actual.

Esta última alternativa parece la más improbable. El diputado de CiU Josep López de Lerma que hizo de portavoz de su grupo en el pleno del miércoles, reafirmó ayer su casi absoluta falta de fe en el Gobierno de González pero advirtió al tiempo al Partido Popular que se piense dos veces la presentación. de una moción de censura "porque la soledad va a ser absoluta".

'Cosas muy graves"

Pese a todo, los populares mantienen abierta su oferta de "moción de censura ' cívica", para formar un Gobierno de semana cuyo único propósito sería convocar elecciones de inmediato.

El portavoz del Grupo Popular, Rodrigo Rato, la reafirmó ayer en el Congreso de los Diputados e insistió en que el presidente del Gobierno preelectora debería ser Aznar, en respuesta a la sugerencia de Izquierda Unida de negociar el nombre de un independiente.

Sobre las críticas al alborote permanente de muchos diputados del PP durante la interven ción de Narcís Serra, la dirección del partido no tiene mucho que decir. El propio Rato ya las con testó el miércoles por la tarde "Hemos escuchado cosas demasiado terribles, como para oirla en silencio. Algunos diputado manifiestan su indignación en voz alta", dijo. "Es muy grave confundir la credibilidad del se ñor Serra con la estabilidad de sistema democrático".

Rato insiste en que hubo graves contradicciones

El portavoz del Grupo Popular reiteró ayer que Narcís Serra incurrió en graves contradicciones en las dos explicaciones parlamentarias que ha dado sobre el escándalo de las escuchas ilegales del Cesid. El vicepresidente del Gobierno compareció la semana pasada ante la Comisión de Secretos Oficiales y el miércoles ante el pleno.Según Rato, que ya planteó esta queja el miércoles y fue corroborado por la portavoz de IU, Rosa Aguilar, Serra negó anteayer la existencia actual o pasada en el Cesid de una "cintateca" donde se almacenan grabaciones, mientras la semana pasada admitió que la había.

El portavoz popular señaló que estas contradicciones le llevan a sentirse libre del compromiso de secreto. "Las explicaciones de Serra son increíbles", dijo Rato. "Hay una estrategia deliberada del Gobierno para confundir a la opinión pública".

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