Así se perfororó la capa de 3.000 metros de hielo en Groenlandia
Tardaron cuatro veranos, avanzando metro a metro hacia abajo, por hielos cada vez más antiguos y más compactos, hasta que, el 12 de julio de 1992, tocaron fondo. Era el suelo de Groenlandia, la tierra tapada por la cubierta helada desde hace 250.000 años, y los científicos habían llegado hasta ella desde el punto más alto de la isla, con una fina perforadora que fue sacando muestras de nieve comprimida y congelada. Su estudio les está diciendo cuándo hubo grandes incendios forestales en la antigüedad, cómo se han desplazado los continentes y, sobre todo, cómo ha variado el clima de la Tierra.
En el Museo Nacional de Ciencias Naturales (Madrid) se inauguró la semana pasada la exposición Groenlandia, el secreto de los glaciares, que presenta esta nueva aventura de la exploración científica del planeta.
Inlandsis, palabra derivada del danés, significa "el hielo de tierra adentro", es decir, casi toda Groenlandia, porque su superficie -tres veces y media la de España- está permanentemente congelada excepto, en verano, unas estrechas franjas costeras. Allí viven unos pocos esquimales.
Su punto más elevado, Summit, fue elegido por científicos de ocho países europeos para taladrar el hielo, ir sacando del agujero los bloques y analizarlos. A los 3.029 metros de profundidad había fango y piedras en las muestras: habían llegado al suelo terroso con su perforadora, a 200 metros sobre el nivel del mar. Dedicaron a esta exploración vertical cuatro campañas de verano entre 1989 y 1992.
Proyecto GRIP
Fue el proyecto GRIP, de la, Fundación, Europea para la Ciencia, que se presenta en la exposición, auspiciada por Dinamarca, abierta en Madrid hasta el próximo 17 de septiembre. El hielo de Groenlandia se remonta a los casquetes polares, que en la última glaciación ocupaban hasta media Europa. Cada año se ha ido depositando una capa de nieve sobre otra; las capas compactadas y heladas, guardando en su interior burbujas atmosféricas, conservan el registro cronológico del clima del pasado.La perforadora de GRIP, de 11 metros de longitud, fue cortando el hielo con cuchillas en forma de anillo y sacando centenares de barras de unos 15 centímetros de diámetro que se empezaban a analizar en la misma base. El equipo de taladro se puede ver en la exposición.
Una de las cosas más difíciles en estas perforaciones, en tierra o en hielo, es garantizar la verticalidad del agujero, y en RIP lograron que la desviación fuera inferior a tres grados al final, a tres kilómetros de profundidad.
La exploración de Groenlandía se remonta a principios del siglo XVIII. En 1892, la expedición de Robert Peary proporcionó indicios de que el Polo Norte staba en el océano, y no en tierra, como el Polo Sur en la Antártida. En este siglo, se estudió uno de los glaciares más rápidos del mundo, el Jakobshavn, que se desplaza 20 metros cada 24 horas y arroja al mar, por el oeste de Groenlandia, 100.000 toneladas de hielo por minuto, en un frente de siete kilómetros.
En el museo están las fotos y dibujos de aquellos pioneros que se aventuraban por Inlandsis con esquís y trineos, sorteando el peligro de las grietas de 30 metros de profundidad en el hielo. Las expediciones modernas utilizan helcópteros, aviones y bases científicas bien dotadas. La de GRIP se ve en una maqueta: eran pocas casetas de madera en la superficie y un laberinto de laboratorios y almacenes excavados en el hielo. Allí trabajaron entre 30 y 50 científicos cada verano, con temperaturas exteriores permanentemente bajo cero, de hasta -25 grados centígrados.
Es sorprendente la cantidad de información que se conserva congelada y las muestras extraídas en el programa GRIP siguen estudiándose en la Universidad de Copenhague. Los compuestos químicos atrapados en las rodajas de hielo son huellas clave para los expertos: en el peróxido de hidrógeno leen la. intensidad de los rayos del Sol sobre la nieve; en el amonio, los grandes incendios de bosques; en el calcio, el nivel del mar...
Invierno y verano
Por la proporción de oxígeno 18, un isótopo cuya concentración en el aire aumenta en verano y disminuye en invierno, se identifican las estaciones anuales en las barras de hielo y se precisa la datación. A 710 metros bajo Summit hay nieve congelada de hace 3.840 años y a 2.320 metros tiene 40.000 años.Con un dispositivo de la exposición se ve cómo la acidez de las muestras delata la presencia de compuestos sulfurosos, lo que significa alguna erupción volcánica. Así se ha identificado en una rodaja de hielo de Groenlandía, por ejemplo, la erupción de un volcán en Santorini (en el mar Egeo) en el 1643 antes de Cristo. Los investigadores también han constatado el desplazamiento de Groenlandia y han calculado que esta tierra emergida, hoy en el Círculo Polar Ártico, a unos 70 grados de latitud Norte, estaba, hace 230.000 años, a 30 grados de latitud Norte y tenía un clima parecido al del golfo Pérsico ahora.
¿Por qué se produjeron los cambios bruscos del clima? ¿Fueron totalmente aleatorios? ¿Se mantendrá estable la actual era templada? ¿Se pueden predecir los cambios climáticos naturales? ¿Y los provocados por el hombre? Un panel de Groenlandia, el secreto de los glaciares presenta estas preguntas, que los científicos quieren contestar con una próxima perforación profunda de los hielos del Norte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.