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Tribuna
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Esclerosis e insensatez

Santiago Segurola

La deplorable ceremonia de celebración del título abundó nuevamente en la insensatez y esclerosis que anida en el Real Madrid. Las dos jornadas triunfales del equipo -la victoria frente al Deportivo y el festejo por la obtención del campeonato- han sido ensombrecidas por las lamentables decisiones tomadas por la. dirección del club.

En la primera fecha, los periodistas fueron golpeados y amenazados por los grupos de seguridad, en un acto de brutalidad que rebajó sustancialmente la festividad de la vuelta de honor. La desorganización , volvió a presidir la cena posterior, que fue celebrada por separado por jugadores, entrenadores y directivos, entre las protestas de varios futbolistas, molestos por la falta de atención y organización del club.

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Pero la prueba más desoladora de la situación se produjo ayer, en la fiesta de entrega de la copa de campeones. Nadie medianamente razonable debió permitir la humillante discriminación que propició la llamada, uno por uno, de los jugadores al centro del campo. Varios fueron silbados y uno de ellos, Martín Vázquez, tuvo que sufrir los abucheos y los insultos de un gran sector del público, el pago desagradecido a quien ha jugado 15 años en el equipo y que ha sido instrumental en la conquista de seis títulos de Liga.

En lugar de una ceremonia colectiva de triunfo y alegría, el acto se convirtió en un disloque incomprensible. Algunos futbolistas salieron frustrados y en el ánimo de casi todos estaba el estropicio que había causado aquel acto casposo y triste, propio de un club cuyo funcionamiento recuerda cada vez más a la oficina siniestra de La Codorniz.

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