La grabación del Rey se entregó "en mano" a Juan Perote
La grabación realizada por el Cesid al Rey en octubre de 1990 fue entregada "en mano [a] AK" o Alberto K., nombre clave del coronel Juan Perote Pellón, jefe de la Agrupación Operativa, encargada de las acciones clandestinas del centro de inteligencia.Según el inventario de grabaciones manuscrito publicado ayer por el diario El Mundo, el comandante José Manuel Navarro Banavente entregó a "AK" diez cintas que contenían grabaciones de conversaciones con el ministro José Barrionuevo, el príncipe Zourab Tchokotoua, amigo del Rey, y el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, José María Sáenz de Tejada, entre otros.
Las grabaciones reseñadas se inician en 1984, cuando se creó la División Técnica o Gabinete de Escuchas, y concluyen en octubre de 1991, un mes antes de que Perote deje el centro.
Ese mismo mes, ya con un pie fuera del Cesid, el coronel recogió, según los propios documentos, al menos cuatro grabaciones, a pesar de que éstas habían sido realizadas entre los años 1984 a 1987.
Perote salió del Cesid en noviembre de 1991, inmediatamente después de ascender a coronel, pues el director del centro, Emilio Alonso Manglano, "no le confirmó en el puesto". Esta fórmula, según fuentes de Defensa, equivale a una expulsión encubierta, aunque por las características del centro no se le abriera expediente, sino que se le invitaba a pedir el pase a la reserva.
El propio Juan Perote, en una breve conversación con EL PAÍS, negó ayer tajantemente que haya entregado al diario El Mundo los documentos publicados, cuya autenticidad puso en duda. Perote admitió que utilizaba el nombre clave de "AK" y dijo que el Gabinete de Escuchas, aunque orgánicamente dependía de él, funcionalmente (es decir, en las grabaciones que efectuaba) estaba a las órdenes del director.
Perote admitió que conoce a Mario Conde y que aceptó figurar, a petición del banquero, en la lista de testigos que el ex presidente de Banesto ha presentado al Tribunal Supremo en relación con el informe Crillon, supuestamente encargado por el vicepresidente Narcís Serra y pagado con fondos reservados del Cesid.
Perote, que es también amigo de Julián Sancristóbal, ex director general de la Seguridad del Estado en prisión preventiva por su supuesta relación con los GAL, se limitó a manifestar que, si es llamado a declarar, contará "la verdad" sobre el informe Crillon.
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