España y Francia logran con reserva las ayudas de la UE al Mediterraneo

Francia y España lograron ayer la aprobación de las cifras de ayuda económica a los países de la cuenca sur mediterránea. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) adoptó un compromiso claro de distribución para 1996, entre los países del Este de Europa (pecos) y los del Sur. Y un escenario más complejo, cogido con alfíleres, para los tres años siguientes. El equilibrio conseguido cuenta con la reserva alemana, por lo que deberá ser dirimido en el Consejo Europeo de Cannes. Y además deberá ser discutido año a año. Todo indica que los países comunitarios sureños lograron elementos esenciales de sus objetivos, pero por la puerta de atrás.

Hasta la semana pasada, la presidencia francesa defendía la propuesta de la Comisión: una previsión plurianual, de cinco años (1995 a 1999) de 6.700 millones de ecus (1,07 billones de pesetas) para el Este; y 5.160 (825.000 millones de pesetas) para el Mediterráneo. La Comisión, Francia y España -apoyados en silencio por Italia y Grecia- hacían hincapié en la aprobación de estas cifras por el Consejo para los cinco años, porque luego la futura integración de los países del Este, puede hacer peligrar las ayudas al Sur. Sin embargo, no se ha conseguido ese compromiso de forma fehaciente, taxativa e inapelable. Pero sí algo aproximado, con un mecanismo más retorcido.La batalla de ayer empezó con una propuesta transaccional de la presidencia francesa. El núnistro Hervé de Charette, aceptó los argumentos alemanes, según los cuales la cambiante situación mundial y la no comprobada capacidad de absorción de dinero por los países beneficiarios aconsejaba no ser estricto en el principio de la plurianualidad.Pequeña trampa

Pero Francia sí cedió en el principio y maniobró para lograr el contenido, colocando unas cifras de doble lectura, que no serian las "cifras globales", sino las cantidades mínimas" de cada año. Para el Este, 1.235 millones de ecus anuales, que suponen un aumento del 7% en 1996 y que multiplicados por cinco resultan en 6.175 millones (cantidad muy cercana a los 6.700 millones iniciales para el quinquenio); para el Mediterráneo, 700 millones de ecus anuales, que suponen un aumento del 27,4% en 1996 (3.500 millones de ecus en cinco años). Pequeña trampa: la menor cantidad al Mediterráneo no citaba que a ella se le añaden las de los "protocolos financieros" pluriamiales ya aprobados.

Esa sinuosa operación, más la disposición a aprobar un paquete para Suráfrica sirvió para convencer a los británicos. España exigía, por boca del ministro Javier Solana, que se ratificase el principio de "equilibrio" entre el Este y el Sur aprobado en Essen. El presidente de la Comisión, Jacques Santer, se comprometió a presentar cada año sus cifras según el plan inicial.Ocurre que como para rechazar el proyecto de presupuesto de la Comisión se necesita mayoría reforzada en el Consejo, y los países latinos juntos disponen de minoría de bloqueo; y que el Parlamento, la otra autoridad presupuestaria, es muy prosureño, lo lógico es que al final se alcancen las cifras pretendidas por los países mediterráneos. De todo eso se percató el ministro alemán Klaus Kinkel, que expuso una reserva al acuerdo.

Los Quince firmaron ayer los acuerdos de asociación con los países bálticos, a quienes invitaron a la cumbre de Cannes. Allí habrá 26 países: esos tres, los de la UE, Malta, Chipre y los seis del Este. Y se reunieron con el nuevo mediador europeo en Bosnia, Carl Bildt, quien declaró que su principal prioridad consiste en liberar a los cascos azules. Su misión empieza a aguarse ya desde el principio. Jacques Chirac, presentó su nombramiento el viernes con la ambición de que se convirtiera en "mediador único" del Grupo de Contacto. Esta pretensión se ha convertido, en labios de Bildt, en una mera llamada a la %mportancia de mantener el consenso del grupo" y en la copresidencia de la Conferencia para la paz en la zona, junto con Thorvald Stoltenberg.