28 muertos y 200 heridos por la explosión de una bomba en Medellín
La muerte volvió ayer a estremecer a Colombia, sacudida por el más mortífero ataque terrorista de los últimos cuatro años. La explosión de una bomba de 10 kilos de dinamita y una fuerte carga de metralla se llevó por delante 28 vidas y dejó más de 200 heridos entre quienes participaban en una verbena en Medellín. Ningún grupo se atribuyó la autoría de la matanza, producida a las pocas horas de la captura de Gilberto Rodríguez Orejuela, el jefe del cartel de Cali. Fuentes oficiales insinuaban que el ataque podía ser obra de algún grupo guerrillero.La noche festiva de Medellín terminó con los hospitales llenos de cuerpos mutilados. "Ni siquiera sabemos si son hombres o mujeres", dijo un enfermero en uno de ellos. Fracturas, graves quemaduras y complicadas heridas desbordaron a los servicios médicos. Nadie se explicaba el porqué del atentado, que afectó a gente humilde y a muchos de quienes tenían sencillos puestos en la verbena.Media hora antes de la explosión, producida sobre las 21.20 del sábado (4.20 del domingo, hora peninsular española), fue detenido un aprendiz de zapatero sorprendido con cinco recipientes para café que contenían pólvora, pero las autoridades colombianas no dieron más detalles.
"No es obra de simples delincuentes comunes, sino de gente que sabe manejar este tipo de explosivos", manifestó el general Alfredo Salgado, comandante de policía de la región, quien vinculó el atentado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
El Gobierno ofreció una recompensa de 500 millones de pesos (unos 85 millones de pesetas) por la pista de los autores del atentado. Páginas 2 y 3
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