La secretaria de González cobró lo fondos reservados para gastos de seguiridad

Pilar Navarro Ortega, secretaria del presidente del Gobierno, Felipe González, declaró ayer ante la juez María Jesús Coronado que el 10 de octubre de 1991 cobró personalmente un talón de 28 millones de pesetas con cargo a los fondos reservados del Ministerio del Interior para cubrir gastos extraordinarios. Entre ellos, los derivados de la Conferencia de Paz y Seguridad en Oriente Próximo, celebrada en Madrid en esas fechas.Pilar Navarro, que compareció ante la juez en calidad de testigo, explicó que cobró el talón en el Banco de España, acompañada de agentes de las fuerzas de seguridad. El número de su DNI figura en el reverso del cheque ya que todos aquellos. talones superiores a medio millón deben ir acompañados de la identificación de la persona que los cobra.

La secretaria de González dijo que al no disponer de fondos reservados la Presidencia del Gobierno y dada la necesidad de realizar gastos especiales de seguridad se recurría a los fondos del Ministerio del Interior, para lo que se puso en contacto con Juan Antonio Mínguez Álvarez, de la Secretaría de Estado de Interior.

Navarro indicó que ese dinero se guardó después en una caja de seguridad de Presidencia del Gobierno, de la que ella sacaba lo necesario cuando surgían gastos relacionados con la seguridad. Agregó que no disponía de justificantes ya que dichos documentos, una vez comprobado el correcto uso del dinero, se destruían sistemáticamente.

La secretaria de Presidencia indicó que con anterioridad a esa fecha recogió en diversas ocasiones más dinero del Banco de España procedente de los fondos reservados de Interior con el mismo destino.

Navarro se negó a facilitar, a instancias del abogado de José María Ruiz Mateos, los nombres de las personas que realizaron dichos gastos, por entender que se trata de información reservada que afecta directamente a la seguridad de la Presidencia del Gobierno. La juez estudiará en los próximos días si efectivamente la no divulgación de esos nombres está amparada por la obligación de reserva.