Juan Pablo II elogia a Balduino de Bélgica por su postura antiabortista
El Papa beatifica al padre Damián
El Papa rindió ayer en Bélgica un vibrante homenaje -escuchado de pie por la reina Fabiola, visiblemente emocionada- al fallecido rey Balduino por "su firme defensa de la vida del niño que va a nacer". Juan Pablo II finalizó así una visita de 27 horas en la que beatificó al padre Damián de Molokai Unas 30.000 personas asistieron bajo la lluvia a la ceremonia. Sólo se produjeron pequeños incidentes, rápidamente controlados por el importante servicio de seguridad.
Juan Pablo II destacó la imagen del anterior monarca belga, el rey Balduino, fallecido en España a principios de agosto de 1993. Balduino, calificado de "gran ejemplo para sus conciudadanos", dejó de reinar durante un día en 1990 al negarse a firmar la ley -aprobada por una mayoría parlamentaria- que despenalizó el aborto.El pasado sábado por la noche, Juan Pablo II se desplazó a la cripta real de Laeken, donde está enterrado Balduino. La visita al mausoleo no estaba prevista en la agenda oficial. Las reiteradas referencias a Balduino durante este segundo viaje del papa polaco a Bélgica volvieron a ser interpretadas por una parte del mundo católico como la traducción del deseo de beatificar a un monarca que optó por la objeción de conciencia para no firmar una ley que se oponía a los preceptos morales del actual Papa. Las posturas éticas defendidas en reiteradas ocasiones por Juan Pablo Il son las que provocaron la indiferencia de una mayoría de los católicos belgas ante esta visita.
La ceremonia de beatificación, celebrada ayer en la explanada de la Basílica de Koekelberg, duró unas tres horas y contó con la presencia de la Madre Teresa de Calcuta, que se desplazó especialmente a la beatificación del calificado como apóstol de los leprosos. A causa de la lluvia, la misa de beatificación se retrasó media hora, a la espera del primer rayo de sol, que duró breves instantes.
Durante la ceremonia, unas 12 personas fueron detenidas tras levantar una pancarta con el lema "el Papa es un asesino". La policía les calificó después de "anarquistas". Las juventudes socialistas flamencas también aprovecharon la presencia multitudinaria en torno a la basílica nacional para distribuir preservativos con el lema "El sida es la lepra de nuestro tiempo", en clara referencia al homenajeado de la jornada: el padre Damián de Molokai.
Por espacio de 16 años, este misionero belga beatificado ayer -es la primera vez que Juan Pablo II se desplaza al extranjero para realizar este tipo de ceremonia- compartió su vida con los leprosos, hasta morir contaminado por esta enfermedad.
El mensaje del Papa se centró en su rechazo a la exclusión, además de realizar un llamamiento a favor de la paz y el entendimiento entre los pueblos.
Juan Pablo II se entrevistó brevemente con el primer ministro de Bélgica, recién reelegido y a la espera de formar Gobierno, Jean-Luc Dehaene.
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