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Indiferencia de los católicos belgas ante la visita del Papa

Fernández Krohn, que atentó contra el pontífice en Fátima, amenaza de nuevo

El Papa Juan Pablo II inicia en la tarde de hoy una visita de dos días a Bélgica ante la indiferencia de la mayoría de la población católica belga, según revelan los sondeos publicados ayer por la prensa del país. La policía belga ha movilizado a centenares de gendarmes y agentes para el fin de semana ante la inquietud creada por las protestas y disturbios anunciados por grupos contrarios a las declaraciones morales del Papa. La presencia en Bruselas de Juan Fernández Krohn, autor de una agresión contra el Papa en 1982, ha añadido nuevas inquietudes después de que ayer el ex cura español quemase en público una efigie de Juan Pablo II al grito de "¡Muerte al Papa!"

La revocación del arzobispo francés Jacques Gaillot ha provocado una importante reacción entre los católicos progresistas. El Movimiento Obrero Cristiano (MOC) calificó incluso en enero pasado este viaje de "inoportuno". Esta corta visita del Papa tiene como principal motivo la beatificación, paso previo a la canonización, del Padre Damián. En 1994 Juan Pablo II tenía previsto desplazarse a Bélgica pero problemas de salud impidieron el viaje.El Padre Damián de Molokai, isla del Pacífico donde se reagrupaban los leprosos del archipiélago de Hawai, falleció en abril de 1889 contaminado por una enfermedad que todavía hoy afecta a 1,3 millones de personas. Dos años antes la lepra afectaba a 3,1 millones de personas. Las reiteradas condenas del Papa de la contracepción, la interrupción del embarazo o la fecundación in vitro parecen haber hecho mella entre los católicos belgas, ya que el 57% de éstos, según revelan las encuestas, deniegan la autoridad de Juan Pablo Il sobre estos temas morales. Si en su primera visita de hace 10 años centenares de miles de belgas acogieron el primer Papa polaco de la iglesia católica, los organizadores calculan unos 30.000 asistentes a la ceremonia del domingo.

Varios colectivos contrarios a este visita han amenazado con provocar disturbios. Para protestar contra los pronunciamientos morales del Papa polaco intentarán lanzar contra el coche que utilizará, el papamóvil, preservativos rellenos de crema. Otros han amenazado con hacer el amor en público durante la ceremonia de beatificación del Padre Damian ante la explanada de la basílica de Koekelberg.

Fernández Krohn, vigilado

Una de las personas más reacias a esta visita es el español Juan Fernández Krohn, antiguo cura que, en 1982, intentó atentar contra la vida del Papa en la cuidad portuguesa de Fátima. Fernández Krohn quemó ayer en una conferencia de prensa la efigie de Juan Pablo II gritando "¡muerte al Papa!". Para evitar cualquier incidente se han movilizado unos 600 gendarmes, además de la presencia de centenares de efectivos de la policía local. La seguridad del Estado no descarta incluso mantener bajo arresto domiciliario al español.De acuerdo con los datos ofrecidos por los organizadores el coste de esta visita alcanza los 84 millones de pesetas, sin contar los gastos de seguridad.

Curiosamente, la ceremonia de beatificación coincidirá con la apertura, en Bruselas, del congreso anual de los ateos. Los organizadores de este congreso señalan que la coincidencia no es voluntaria. La fecha de este congreso se fija tradicionalmente el domingo previo a Pentencostés, ya que el lunes es festivo en los países europeos y los miembros de esta asociación tienen más tiempo para ir al encuentro.

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