México aplaza la firma del nuevo tratado de extradición con España

El procurador general de la República de México, Antonio Lozano, ha aplazado sine die, la breve visita que tenía la intención de efectuar a España el 16 de este mes para firmar con el mi nistro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, o con el de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, la nueva versión del tratado de extradición negociado entre ambos países, según indican fuentes diplomáticas.

El nuevo tratado, que fue rubricado el 12 de mayo, abrirá la vía, cuando entre en vigor, a la entrega de presuntos etarras reclamados por la Justicia española. Unos 200 miembros y simpatizantes de ETA residen en México, pero sólo la mitad de ellos estarían dispuestos a reincorporarse a la lucha armada, según fuentes de Interior.Lozano, que tiene rango de ministro y cuyo cargo equivale al de fiscal general del Estado, preveía hacer una escala en Madrid camino de Viena, donde iba a asistir a mediados de mes a una conferencia patrocinada por la ONU sobre prevención del delito.

El procurador ha comunicado a sus anfitriones españoles que la reunión vienesa no tenía nivel ministerial y, por tanto, no participaría en ella. En consecuencia también se veía obligado a cancelar la escala prevista en Madrid.

Lozano ha renunciado a desplazarse a Madrid, según fuentes diplomáticas, para no acentuar las críticas que han sido formuladas por la prensa y algunas fuerzas políticas mexicanas cuando supieron que había negociado en secreto con las autoridades españolas una nueva versión del tratado.

En los ministerios españoles de Asuntos Exteriores y Justicia se confía en que, una vez pasada la "tormenta política", Lozano o el canciller mexicano, José Angel Gurria, viajen a Madrid para firmar la nueva versión o, en su defecto, inviten a sus homólogos españoles a visitar México.

Tradición de asilo

Las críticas contra Lozano y el conjunto del Ejecutivo incitaron a la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana a asegurar en un comunicado que se mantendría "invariable" la larga tradición de asilo político. En un reproche velado al Ejecutivo español añadía: "Las conversaciones entre dos Gobiernos para adoptar un tratado no se ventilan públicamente"."Se convierte en un motivo de inquietud y preocupación que el Gobierno mexicano haya negociado un asunto de esta trascendencia con inexplicable sigilo", lamentaba, por ejemplo, un editorial del diario Novedades. "La opinión pública mexicana", proseguía ese mismo rotativo, "estaría nuevamente siendo informada de un asunto de vital importancia ( ... ) a través de los medios de comunicación del extranjero". "A pesar de las protestas de los más distintos sectores de la sociedad esta proclividad a difundir información fundamental a través de medios extranjeros, parece estarse consolidando como un estilo del actual Gobierno".

"Ninguna autoridad", sostenía el periódico Reforma, "debe permitirse negociar a espaldas de los ciudadanos. ( ... ) no es admisible el sigilo en una materia donde la discreción no es necesaria para preservar unos valores o una situación".