Los populares revalidan su mayoría y UPL entra en las Cortes
"No deseábamos de ninguna manera los dos procuradores que ha colocado en el Parlamento autonómico la Unión del Pueblo Leonés", aseguró a las once de la noche de ayer el consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, César Huidobro, quien también indicó que el Partido Popular no deseaba "una fuerza provincialista" ya que eso indica que esta región necesita todavía "cohesionar más sus provincias". Huidobro afirmó también que León ha estado permanentemente calificada por el Ejecutivo como objetivo fundamental en la ya agotada legislatura.La ampliación de la mayoría absoluta obtenida por el partido Popular en Castilla y León es para el secretario regional y candidato a la presidencia de los socialistas, Jesús Quijano, "algo que hay que respetar" a pesar del descenso de su partido. Antonio Herreros, candidato de Izquierda Unida, se mostraba contento con los resultados obtenidos por la coalición de izquierda, "que ha cosechado una importante victoria moral" pero aclaró que también había que hablar de fracaso por no haber detenido el avance de la derecha en la región.
El secretario regional del Partido Popular, Jesús Merino, sólo hablaba anoche del triunfo de su formación y señalaba que los votos de la UPL en León pertenecían a los votantes de izquierdas de esa provincia que han abandonado a otras opciones políticas.
Poco tiempo antes de medianoche, los datos mostraban el amplio triunfo del Partido Popular en Castilla y León, que aumentaban su mayoría en el legislativo autónomo hasta los 52 procuradores. El PSOE baja de 34 a 25, Izquierda Unida pasa de uno a cuatro representantes en las Cortes y la UPL situaba a dos procuradores en la Cámara autonómica.
La jornada electoral de ayer se desarrolló dentro de la más absoluta normalidad, si bien en Palencia, la Agrupación Popular Palentina presentó ayer tarde una denuncia en la comisaría de la capital por la presunta manipulación de los votos de los ancianos del hogar San José de la ciudad. En la denuncia se hacía, constar que algunas de estas personas que fueron encuestadas a la salida del colegio donde habían sido trasladados para votar no conocían a qué partido habían votado porque les habían entregado un sobre cerrado con la papeleta al salir del centro.
Izquierda Unida está estudiando medidas legales por este hecho y por otro similar que apareció en el colegio Blas Sierra, donde ejercieron su derecho al voto los ancianos de la residencia 77 de la misma ciudad.
Según fuentes socialistas, casos similares se han producido en la capital soriana, incluso una monja retuvo a un anciano el carné de identidad para evitar que votara a los socialistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.