Fracaso de las conversaciones para poner fin a la guerra en Chechenía.
Cuatro horas duraron ayer las conversaciones tripartitas entre las partes en conflicto en Chechenia, que terminaron en un rotundo fracaso. Auspiciadas por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), estas negociaciones fueron las primeras entre representantes civiles de las partes en conflicto, y su misma celebración es un paso positivo, que ayer reconocieron tanto los rusos como el enviado del rebelde general Dzhojar Dudáiev. Las anteriores habían sido entre militares, que no tenían facultad para resolver problemas políticos."Lo principal es que las conversaciones han comenzado. Esto ya es positivo. Sin embargo, por lo que hemos visto hoy, la parte rusa aún no está preparada para poner fin a la matanza de civiles", declaró el fiscal general checheno, Usmán Imáyev, antes de emprender el camino de regreso a las montañas del sur de Chechenia, donde tienen sus bases los hombres de Dudáiev. Los guerrilleros están dispuestos a entrevistarse nuevamente con los representantes del Kremlin "en cuanto los rusos estén preparados para emprender acciones" reales con el fin de cesar las hostilidades. Sandor Meszartos, el jefe de la misión de la OSCE en Chechenia, dijo que se habían. puesto de acuerdo en "comenzar a trabajar en las formas concretas de un alto el fuego con la participación de representantes militares en la próxima ronda de negociaciones". Pero no se fijó fecha para el segundo encuentro.
Abandono ruso
Los primeros en dejar el lugar de las conversaciones fueron los representantes del poder federal ruso en Chechenia, Nikolái Semiónov y VIadímir Zorin. Movladí Udúgov, portavoz de los guerrilleros, acusó a los rusos de haber "abandonado" las negociaciones, pero, a pesar de ello, se mostró optimista y señaló que después de que las partes consulten con sus superiores existe una posibilidad real de que se reanuden
Además de rusos y guerrilleros, en las conversaciones participó también Lecha Magomádov, vicejefe del Comité de Acuerdo Nacional de Chechenia, en representación de las fuerzas opositoras a Dudáiev y que ahora, con el apoyo de Moscú, han formado un Gobierno checheno en Grozni.
Estas primeras "negociaciones políticas" en Chechenia parecían condenadas al fracaso, no sólo por las posiciones poco conciliables de las partes, sino porque no hubo una coordinación entre los civiles rusos y los militares. Precisamente en vísperas de las conversaciones, el teniente general Mijail Yegórov lanzó una amplia ofensiva contra las posiciones chechenas.
Mientras, en Moscú, Vladímir Tumánov, presidente del Tribunal Constitucional, aseguró ayer al Parlamento que los jueces examinarán "con rapidez" la legalidad del decreto secreto del 30 de noviembre de 1994, que marcó el comienzo de la intervención rusa en Chechenia.
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