Paco Cervantes se despide hoy como novillero en Madrid

El novillero alicantino Paco Cervantes, que hoy torea su ultima novillada en Madrid, no quiere despedirse de la categoría sin conseguir un triunfo que le lleve con fuerza a la alternativa de dentro de un mes en la feria de Hogueras de su tierra con "el mejor padrino a que uno puede aspirar, Curro Romero". Cervantes es consciente de que en sus dos actuaciones venteñas anteriores sólo ha dado la talla con el capote, del que se declara "un raro especialista en estos tiempos en que es una pieza de museo".Cervantes agradece que tanto a él como a su hermano Alfredo, que forma parte de su cuadrilla, les inculcara el amor por el capote y la técnica para utilizarlo su padre, el banderillero retirado Francisco García Cervantes. "Luego yo me he preocupado de echarle variedad", confiesa, "y sólo con haber logrado poner boca abajo Las Ventas un par de veces toreando con él estoy más que satisfecho". Aunque añade de inmediato que sabe que para lograr el triunfo a que aspira habrá de repetirlo con la muleta.

El alicantino aprovecha la entrevista para piropear al público de Madrid, "cuya dureza me habían exagerado antes de mí debú en la pasada feria de Otoño", cuando comprobó que no era así. "Es verdad que no es fácil y exige mucho a las figuras", dice, "pero con los novilleros es hasta cariñoso y se entrega con dos pinceladas de arte que le des".

También su compañero de cartel Miguel Uceda Leal, nacido en Madrid hace 18 años y uno de los más aventajados alumnos de su escuela taurina, afirma sentirse en deuda con sus paisanos. "En mis tres anteriores novilladas aquí", reconoce, "apunté detalles sueltos, con los que igualmente levanté al público de sus asientos, pero jamás redondeé".