El Príncipe, preocupado, por la corrupción y el desencanto entre los jóvenes
El príncipe Felipe cree que la crisis que afecta actualmente a España no dañará a largo plazo a las instituciones democráticas, y, aunque está preocupado por la corrupción y el desencanto entre los jóvenes, confía en que se podrá salir de la situación actual mejor de lo que en estos momentos puede imaginar cualquiera. El heredero de la Corona le pide al pueblo español que confíe en su criterio a la hora de elegir esposa, y promete trabajar para ganarse día a día el puesto de Rey, que considera que no le está automáticamente garantizado.
En una conversación con los corresponsales españoles en Washington, a los que se les pidió no reproducir textualmente las palabras del Príncipe, don Felipe anunció que su etapa de estudiante concluirá el próximo fin de semana con su graduación por la universidad de Georgetown y que, a partir de ahora, se dedicará a perfilar cuidadosamente las competencias del puesto del heredero.El Príncipe dijo que no le agrada que los españoles lo vean como un hombre a la espera de suceder a su padre, ya que su posición de Príncipe de Asturias supone en sí una responsabilidad que quiere desarrollar ampliamente.
Don Felipe declaró que su interés es el de acercarse a las preocupaciones de los españoles y de los jóvenes en particular. Afirmó que, aunque por el hecho de ser príncipe es un privilegiado entre las personas de su generación, es consciente de las dificultades que afrontan actualmente los hombres y mujeres de su edad. Dijo conocer, pese a los dos años que ha pasado en EE UU, que España vive un delicado momento político y económico y que eso ha provocado un clima de desencanto. Pero añadió esos problemas eran normales en el desarrollo de una democracia y que el sistema encontrará las vías para resolverlos.
Planes de matrimonio
Aseguró comprender el interés de la opinión pública por su boda, pero advirtió que resistirá las presiones que lo quieren conducir precipitadamente hacia el altar. Dijo que su boda no será necesariamente con otro miembro de una familia real, aunque si encuentra una esposa en esos círculos será bienvenida. Dijo que, en todo caso, tiene formación y experiencia suficiente para encontrar a la persona adecuada para acompañarle como pareja durante el resto de su vida y cumplir, al mismo tiempo, las labores institucionales que les corresponderían.
Don Felipe explicó que no se quedará sentado a que le llegue el momento de la sucesión. Dijo que su intención es viajar por España y por el extranjero, ampliar su formación, y desarrollar un trabajo que le permita ganar la confianza de los españoles para llegar a ser rey con el respaldo de la mayoria, porque la monarquia, segun dijo, no está garantizada de por sí.
Sus planes, por el momento, son los de regresar el mes próximo al palacio de la Zarzuela, aunque reconoció que, como para cualquier joven de 27 años, después de haber vivido solo durante dos años, volver a residir con sus padres es en cierta forma un retroceso. Añadió que está pensando en la posibilidad de buscar a medio plazo su propia casa, aunque aseguré que eso no significa que institucionalmente su actividad se separe de la Casa Real. Por el contrario, insistió en que discutirá todos sus pasos con el Rey.
Don Felipe demostró en esta conversación los conocimientos recibidos en Georgetown sobre relaciones internacionales, y dijo que una parte importante de su trabajo en el futuro será el de cumplir misiones de Estado en el extranjero. Mencionó la importancia de las relaciones con Marruecos, así como su interés por Latinoamerica, Oriente Próximo y las circunstancias complejas por las que atraviesa EE UU desde el fin de la guerra fría.
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