No son 'degradados'

Explicar qué significa un libro, cómo resumir el mensaje de un filme, es una tarea imposible en sí misma. Y mucho más si el libro no ha aparecido aún en las tiendas, pues entonces cualquier cosa que se diga de él resulta Imposible de contrastar. Es quizá lo que le ha sucedido a mi última criatura, Prisa por tardar, de inmediata publicación por Taurus y cuyo último capítulo se extractaba como avance el pasado domingo en estas mismas paginas (véase EL PAÍS del 14 de mayo, suplemento Domingo, páginas 18 y 19).Pues bien, la entradilla con que se introducía el texto sostenía que el libro intenta explicar la caída en la desideologización y la degradación moral del grupo de intelectuales" que lo protagoniza. Y claro, ciertos amigos míos, que se consideraban retratados por algunas de las alusiones contenidas en el extracto, se sintieron indignados al verse tachados de degradados.

Por lo tanto, para disipar tales malentendidos, debo aclarar que el libro no narra la degradación de los intelectuales que lo protagonizan, sino justo al revés: es el grupo intelectual protagonista quien analiza críticamente las causas sociológicas que explican el actual declive moral que nos rodea. Espero que tras esta aclaración nadie puede sentirse ofendido.-