Doce años de pruebas en Baleares
La nave del Gobierno balear del PP ha sido distinguida por José María Aznar como capitana y ejemplo a seguir. La oleada popular en Baleares empezó en 1983. Los ciudadanos insulares conocen, pues, el estilo del modelo que se promociona para el futuro. La ya larga trayectoria en el Ejecutivo insular de Gabriel Cañellas ha convertido a este político en el dirigente del PP con más experiencia de gobierno (tres legislaturas ininterrumpidas) en democracia.La travesía no ha sido siempre congruente con el discurso político de Aznar. El Ejecutivo insular fue tildado de "Gobierno de media jornada" porque algunos de sus consejeros simultaneaban el cargo público con negocios privados. El PP no ha querido aprobar una norma reguladora de las incompatibilidades. Tampoco existe una oficina de control presupuestario.
Francesc Triay, líder de la oposición y candidato del PSOE, advierte que "en Baleares se vive una situación de dominio caciquil, no de Gobierno". La Administración balear está trufada de militantes y de parientes de políticos populares. El presidente mantiene escasas relaciones con la oposición. Con los portavoces sindicales sólo se ha reunido una vez en doce años.
En 1990 Cañellas forzó al PP a cambiar en el Parlamento la ley de Espacios Naturales porque afectaba negativamente sus intereses inmobiliarios en Ibiza. Siete años antes ya sufrió fuertes críticas por adjudicar obras de reforma en las sedes de Presidencia y Turismo a una empresa en la que figuró como gerente hasta un año después.
Desde entonces ha capeado varios temporales judiciales. Dos de sus consejeros fueron condenados, uno por prevaricación y otro por fraude de ley.
En una ocasión homenajeó a un alcalde condenado y después presionó para convertir en magistrado vitalicio del Tribunal Superior de Baleares a su propio hermano, el senador José Cañellas. Promocionó a senadores a dos alcaldes que habían sido reos de abuso de ley y fraude electoral. En 1992 dos militantes del PP intentaron comprar con 100 millones a un concejal independiente del PSOE en Calvià y el Supremo les condenó.Frente a las tormentas funcionan, como en Castilla y León, las campañas de imagen y la movilización de su gran partido balear. Contacto directo con la gente, como Manuel Fraga o Juan José Lucas, muchas cenas populares y misas. Los ejes del modelo balear conservador son obras concretas: depuradoras, clubes de tercera edad, centros de salud, carreteras y mejora en las calles del litoral turístico sobreexplotado.
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