Zaragoza aclama a sus héroes

Zaragoza se echó ayer a la calle. Unas 145.000 personas aclama ron a los héroes de París en una fiesta que comenzó a las cuatro de la tarde en el aeropuerto de la ciudad y continuó en la Plaza de España. Allí, los jugadores y su técnico Víctor Fernández fueron vitoreados por su devota afición. Antes, la Virgen del Pilar recibio el trofeo de la Recopa.

Nayim, el héroe de París, fue alzado a hombros por sus compañeros cuando se asomaron al balcón del Ayuntamiento: "Gracias, pero el gol no lo he metido yo solo". Luego confesó que le temblaron las piernas.

Andoni Cedrún se atrevió con otra promesa: "El año que viene traeremos la Supercopa". Víctor Fernández se sumó a las esperanzas del guardameta: "Esta copa se ha conseguido con el esfuerzo de todos, del equipo y de la afición. Hasta el año que viene". Alfonso Solans, el presidente, hizo, en tono de broma, una pequeña recriminación para los políticos presentes en el acto, a los que recordó "lo poco" que habían hecho por el equipo.

"No sé cuántas entrevistas me han hecho ni cuántos autógrafos he firmado pero, seguramente, desde anoche más que en toda mi carrera". Mohamed Ali Amar, futbolísticamente conocido como Nayim, se ha hecho un sitio en la historia del Zaragoza. A sus 29 años juega su tercera temporada en el equipo aragonés, donde llegó tras su paso por el Barcelona y el Tottenham inglés.

"Me imagino que todo se va a desbordar. Personalmente querría disfrutar de unos días de tranquilidad, aunque no sé si resultará posible", decía ayer mientras se apoyaba sobre una pared buscando cierta protección ante la avalancha de aficionados y la atención de decenas de cámaras. "Había soñado la plaza del Pilar llena y coreando mi nombre. Y, se ha cumplido".

"He tenido suerte"

Nayirri es quizá la única persona que sigue sin dar trascendencia a su gol: "Hubo un poco de suerte", repite una y otra vez. "La verdad es que ni en el momento de marcar ni ahora he pensado nada. Sólo vi que el balón se metía y me dije que la final estaba acabada". El resto de preguntas sobre el gol encuentran siempre la misma respuesta: "Aún no he podido verlo una sola vez en televisión. Simplemente he visto las fotografías de los periódicos. Quiero ver primero con calma todo el partido y luego podremos hablar sobre el tanto". Donde sí lo ha visto repetido es en su memoria: "Esta noche [por ayer] lo he recordado unas cuantas ve.ces", dice esbozando una sonrisa. "Indudablemente, es el gol más importante de mi carrera. Es mi primer título europeo, además de la gran repercusión que está teniendo".

Una jugada del destino ha hecho que el gol afecte a los tres equipos en los que ha jugado: "Es cierto que de alguna forma todos se ven involucrados, pero todo se debe a un simple golpe de suerte". De sus palabras se deduce que el Barça es quien menos huella le ha dejado: "Me da igual que pueda haberse beneficiado, lo realmente importante es que habrá un equipo español más en Europa. Personalmente me da lo mismo que sea el Barça que cualquier otro el que entre en la UEFA gracias a nuestro título". Sin embargo, le hace ilusión "la repercusión que el tanto tendrá en Inglaterra", para recordar, ahora si con una amplia sonrisa, que "en Wembley, cuando jugaba en el Tottenham, ya le marqué un gol al Arsenal que valió otro título".

El futuro no le inquieta en este momento, simplemente pide "tranquilidad". "Tenemos que seguir con los pies en el suelo, mantener la cabeza fría y continuar en nuestro progreso. La Recopa es muy importante para el Zaragoza y para todos nosotros, pero no tiene por qué cambiar la forma de hacer las cosas".

Mientras habla, mira una y otra vez a través de las cristaleras del aeropuerto, donde miles de personas les aclamaban: "Lo de esta afición es impresionante. Se merecen todo. Me alegré especialmente por ellos y por mi familia, que es la que ha tenido que sufrir mi paso por el fútbol".