Doble golpe

Tras 14 años de mitterrandismo intensivo, tras el maremoto conservador de 1993 y de la primera vuelta de las presidenciales de 1995, la izquierda, al salir del coma, difícilmente podía dar el gran salto de mantenerse en el Elíseo un nuevo mandato presidencial. Lionel Jospin no podía ser elegido más que por una mayoría de repulsa, una mayoría de la angustia y del rechazo de las élites, una mayoría de izquierdas y, sobre todo, de derechas que buscasen desesperadamente poner patas arriba el tablero político, masacrar sus líderes. Finalmente, éste no ha sido el casoJacques Chirac, distanciado en la primera vuelta, elegido con una mayoría real, pero deficitaria en la segunda en un país masivamente de derechas, contestado por una parte de su electorado y con una fuerte oposición de izquierda ( ... ) es condenado a la presidencia modesta, justo una de sus promesas.

¿No ha sido elegido al denunciar la tendencia monárquica del ejercicio de la presidencia? Los franceses han dado un golpe doble: han elegido a la vez un presidente y una verdadera oposición. Los electores se las han ingeniado para dar peso a una oposición con capacidad de oponerse en adelante ( ... ). La derrota de Jospin es una oportunidad para el Partido Socialista ( ... ). Para la izquierda es el fin del rechazo: la oposición había desaparecido, vuelve a la escena política nacional con los hábitos nuevos de la socialdemocracia. Aquí también se ha pasado una página

8 de mayo