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El grupo socialista idea una fórmula para retirar el mobiliario urbano

José Manuel Romero

El PSOE vende una receta para extirpar de Madrid, sin coste alguno, la mayor parte de los 1.572 muebles urbanos que acaparan algunas aceras de la ciudad. El plan socialista pretende evitar que el Ayuntamiento sea demandado por la empre!ja que consiguió la gestión exclusiva en los espacios publicitarios del mobiliario callejero. La idea consiste en compensar a Cemumas,a (propietaria de los 1.572 chirimbolos) con el gran escaparate de 8.700 metros cuadrados que quedará libre en junio en 2.000 marquesinas.

La concejalía de Obras, que convocó el concurso para adjudicar la exclusiva publicitaria de los utensilios callejeros y eligió a Cemumasa entre seis ofertas presentadas, afirma que suprimir los muebles urbanos sería costosísimo para la Hacienda local. "Estaría sometido a muchos aspectos como el lucro cesante, costes de instalación, costes de las campañas municipales, etcétera", indica el edil popular Enrique Villoria.La empresa Cemumasa ha invertido 2.400 millones de pesetas en fabricar, instalar y mantener los objetos urbanos. El gasto incluye campañas institucionales y servicios especiales de limpieza viaria que los dueños del negocio de la cartelera comercial regalan al Ayuntamiento de Madrid.

Este desembolso millonario se ve ampliamente recompensado por los rendimientos económicos del mobiliario. Según los expertos, Cemumasa (filial de la firma francesa JC Decaux) puede conseguir entre 10.000 y 15.000 millones de beneficios por la venta de los espacios de propaganda que ofrecen los 1.572 cachivaches hasta el año 2010.

Si perdiera la concesión por una decisión política, según los expertos jurídicos consultados por EL PAÍS, la firma podría reclamar esos beneficios que ha dejado de obtener. Villoria concluye: "Valdría miles de millones".

El pliego de condiciones del concurso sobre el mobiliario urbano municipal no incluía la posibilidad de que el Gobierno municipal retirara voluntariamente las columnas, contenedores, mástiles o fuentes, según el departamento de Obras.

La oposición, contraria a los nuevos adornos, ha encontrado una solución que evita los juzgados.

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"El plan para despejar las calles es perfectamente viable", explica el edil socialista Eugenio Morales. "En junio finaliza el contrato con Cemusa, la empresa que explota las marquesinas, y estos espacios publicitarios pasan a ser enteramente municipales. Desde ese momento, podemos negociar con la empresa del mobiliario urbano un trueque".

Negocio en las marquesinas

El negocio de las paradas de los autobuses, que gestiona actualmente Cemusa (del grupo Fomento de Construcciones y Contratas) permite recaudar 10.000 pesetas por anuncio cada semana. Y hay 2.000 plataformas urbanas donde empapelar propaganda.

Morales advierte que el PSOE aún no ha incluido en su programa electoral la promesa de eliminar los chirimbolos si alcanzan el gobierno municipal. "Nos hemos comprometido a consultar con los ciudadanos esta cuestión.. Y si resulta que la mayoría opina que son molestos y que hay que quitarlos, pues iniciaremos la negociación con la empresa para cambiar sus 6.700 metros cuadrados de publicidad en las 1.572 columnas por 8.700 metros cuadrados en las 2.000 marquesinas". El edil socialista señala que mantendrían los muebles urbanos más útiles y menos molestos.

El socialista Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid desde 1983 y aspirante por cuarta vez al mismo cargo, reveló el miércoles que el mobiliario urbano desaparecería si la izquierda recuperaba el gobierno de la capital.

El regidor de Madrid, José María ÁIvarez del Manzano, principal favorito en la pugna por la alcaldía, replicó un día después que los muebles que: se han descargado en las calles resultan "de una utilidad extraordinaria". El principal gestor público del PP confirmó que su partido mantendría firmes los artefactos si revalidaba la mayoría absoluta el próximo 28 de mayo.

Jean Charles Decaux, consejero delegado de Cemumasa, se mostró sorprendido ante la apuesta pública de Leguina y recordó que los socialistas no votaron contra la adjudicación en el pleno, sino que se abstuvieron. Decaux aclaró que no haría más declaraciones sobre el mobiliario urbano y los partidos políticos debido a que la polémica sólo obedecía a intereses electorales de algunos candidatos, informa Efe.

Recogida de excrementos

Los 320 recuperadores de pilas instalados en Madrid hace mes y medio (desde el 14 de marzo) como parte del nuevo mobiliario urbano han servido para recoger ya 39 toneladas de estas pequeñas baterías, según fuentes de Cemumasa.

El vidrio que los madrileños han depositado en los contenedores colocados para ello asciende a 79 toneladas (desde el 22 de marzo).

Los excrementos caninos que han retirado de las aceras las motoverdes de esa empresa son 28 toneladas desde el 10 de febrero), y estos vehículos han recorrido en estas semanas 17.080 kilómetros

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