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Móstoles se levantó a cornetazos

20 bandas participaron en el certamen de trompletas, tambores y 'majorettes'

SUSANA MORENO, Desde marchas procesionales hasta canciones de siempre, con espectáculos gimnásticos incluidos. Cada una de las 20 bandas juveniles que ayer participaron en el I Certamen Nacional de Trompetas, Tambores y Majorettes celebrado en Móstoles (199.000 habitantes) aportaron su propia idea de lo que es un desfile, ante 3.500 personas que formaban el público asistente. Bajo un sol radiante, que proporcionó mayor lustre al acto y desde, las 10 de la. mañana, un total de 1.300 chavales, de siete a 30 ançños, procedentes de toda España desperezaron al pueblo mostoleño, que por una vez, alteró su descanso dominical para seguir la estela de notas musicales que iban dejando trompetas, cornetas e incluso gaitas en el parque del Cuartel Huerta del municipio. La pequeña Coral Corpa, de tres años, dio el toque de color al desfile. Vestida con un traje casi para muñecas y unas botas del número 24, esta pequeña bastonera (como se podría llamar en castellano a las majorettes) se ganó la atención del público moviendo sus 90 centímetros de estatura a ritmo de tambor. Miembro fundador de la banda de Huete, en Cuenca, hace un año dejó de ser la mascota del grupo a los pocos meses para ocupar el segundo puesto de la fila detrás de la muchacha que enarbola la bandera insignia de la banda. En contraste con el engalanado acompañamiento de los conjuntos catalanes, la banda de la Cruz. Roja dé Getafe fue un ejemplo de sobriedad, lo cual no mermó, su buen hacer del que dieron cuenta durante toda la actuación. Los 35 mucheçachos demostraron la misma agilidad de sus manos con trompetas y tambores como con el manejo de las camillas. Sin embargo, Higinio, de 17 años, prefiere sufrir los nervios, "e incluso el miedo que se pasa cuando se cubre un servicio, a la excitación de un desfile ante miles de personas", comentó. El presentador recordaba constantemente que cada banda, disponía de cinco minutos para ofrecer al público sus piezas musicales, pero más de un director lo olvidaba una vez encima del escenario. Fue lo que les ocurrió a los 68 integrantes de la banda San Pedro AD-Vincula del distrito madrileño de Vallecas Villa. Uno de sus responsables justificó la extensión del repertorio explicando que "cuando se ensaya durante tanto tiempo y con tantas ganas se quiere dar todo al público y se pierde la noción del tiempo". Este grupo, con una antigüedad de 30 años, depende de la parroquia que lleva su mismo nombre pero no puede practicar cerca del templo "porque tiene más de 500 años y se caería al primer impacto acústico que recibiera", aclara un miembro de la banda.

Cerró el acto, sobre las dos y media de la tarde, la Banda Municipal de Móstoles. Después se entregaron los trofeos a todos los conjuntos, ya que no se trató de un acto competitivo, sino lúdico. Sus organizadores explicaron: "Hemos conseguido dejar constancia que los jóvenes son un relevo de esta tradición", comentaron convencidos.

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