Una explosión de gas propano causa un muerto y ocho heridos en unos apartamentos de la Costa Brava

Una fuerte explosión por acumulación de gas propano causó ayer la muerte de una persona y heridas a otras ocho en un edificio de Calella de Palafrugell (Girona), que quedó parcialmente destruido. Victoria Roldán Grau, de 50 años, perdió la vida como consecuencia de la deflagración, que se originó en el apartamento de la planta baja, donde tenía su segunda residencia. Otras ocho personas resultaron heridas, cinco ole ellas de pronóstico grave.

María Concepción González Cabrero, de 42 años, que se encontraba con la mujer fallecida y fue trasladada al hospital de la Vall d'Hebrón, de Barcelona, afectada por quemaduras de tercer grado, manifestó que todo se vino "abajo" cuando se disponía "a cerrar el interruptor del cuarto de baño".Este testimonio y las primeras investigaciones han permitido deducir que la explosión se produjo por acumulación de gas. El delegado de la Generalitat en Girona, Xavier Soy, indicó que todavía está por determinar si la causa de ella fue "un escape o un error humano". Técnicos de la compañía Repsol iniciarán hoy una investigación para determinar este extremo.

El depósito de propano que abastecía a los 18 apartamentos que integraban el edificio, situado en la calle de Costa Verde, no se vio afectado y, aparentemente, no sufría ninguna anomalía. La instalación data del año 1974 -los apartamentos fueron construidos en 1973- y, según indicaron ayer en conferencia de prensa Soy y el alcalde, Frederic Sunyer, había sido revisado hacía dos meses por técnicos de la compañía Repsol.

La explosión se produjo a las 9.30. Según varios testigos, se oyó un gran estallido y una llamarada procedente de la planta baja se extendió hasta un edificio próximo. La deflagración, que destruyó una gran parte del edificio -sólo quedó en pie una pared del bloque de ocho viviendas-, causó grietas importantes en dos de los inmuebles colindantes, que fueron desalojados.

Inmediatamente fueron evacuadas las diez personas que pasaban el fin de semana en sus residencias de vacaciones. La única que no pudo ser rescatada con vida fue Victoria Roldán, vecina de Barcelona, que se hallaba en la planta baja junto a su amiga Concepción, cuyo pronóstico es grave.

Los otros heridos graves se encontraban en la primera planta. La familia formada por Mariano Pi Trias, de 47 años; Conchita Trias Vilalta, de 40, y su hijo Bernard, de 6, fueron trasladados al hospital Josep Trueta, de Girona. El matrimonio, que reside en Montcada i Reixac, se encuentra muy grave, al igual que Bernard, que sufre múltiples traumatismos hasta el punto de que los médicos temen por sus vidas.

Por otro lado, la familia que se encontraba en la tercera planta ha resultado la menos afectada. A pesar de que la vivienda se vino abajo por completo, el matrimonio formado por Ignacio Puig Romero y Susana Tarantola Bersani, esta última de 37 años, fue dado de alta ayer mismo. Sus tres hijos, Andrea, Cristina y Marc, de edades comprendidas entre los cinco y los 12, evolucionan favorablemente de las heridas. Andrea y Marc tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente. Una de las vigas del edificio les salvó milagrosamente de ser aplastados, según explicaron quienes participaron en las tareas de salvamento.

Más suerte tuvo una familia que no quiso identificarse y que tenía previsto celebrar un cumpleaños con los propietarios de uno de los apartamentos afectados. El padre, una vez aparcado el coche, volvió hacia él para recoger el diario que acababa de comprar. Quería saber si el décimo de lotería que poseía estaba premiado. Instantes después se produjo la explosión. Verdaderamente, les había tocado la lotería.