Pujol reitera su llamamiento a que España supere el pesimismo y la desmoralización

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, reiteró ayer su llamamiento a que, España supere el clima de pesimismo, y desmoralización provocado por los casos de corrupción y la violencia terrorista, porque el país tiene motivos más que suficientes para confiar en sí mismo. Ante la insistencia de una televisión extranjera, ratificó su, apoyo al Gobierno de Felipe González durante todo 1995 "digan lo . que digan los sondeos". Pujol desmentía así renacidas especulaciones sobre un cambio de actitud de los nacionalistas catalanes.

, Pujol aprovechó el tradicional desayuno que la Generalitat ofrece con ocasión de la festividad de Sant Jordi para destacar el aspecto convivencial y patriótico de la jornada: "La leyenda de San Jorge se basa en la lucha del bien contra el mal, y afortunadamente ganó el primero", destacó como alegoría de que, en política, lo positivo debe imponerse a lo negativo.El dirigente catalán restó importancia a que se produzca en España un rebrote de sentimientos contrarios a los nacionalismos como consecuencia de la acción de ETA contra Aznar: "No sería nuevo, por lo que no nos debería sorprender ni espantar", dijo, y recordó que si bien es ahora el PP el que levanta la bandera del españolismo, hace 12 años era el PSOE el que lo practicaba y ahora no: "Repasen las hemerotecas, y encontrarán que la prensa extranjera llegó a calificar a los socialistas como 'los jóvenes nacionalistas españoles".

El presidente reiteró su interés en mantener una conversación no precisó si telefónica o personal- con José María Aznar para manifestarle directamente su solidaridad y su satisfacción porque fracasó el intento de asesinarle. Pujol viaja hoy a Madrid para celebrar en el Palacio Municipal de Congresos la festividad de Sant Jordi y mañana intervendrá en un programa de Radio 1, pero ayer no estaba cerrado un nosible encuentro con Aznar

Chocolate con sondeos

Mientras rosas y libros eran el centro de atención de los ciudadanos que abarrotaban las calles de Barcelona, el chocolate con bizcochos -esta vez se paladearon más los sondeos que los bizcochos- era degustado en el Palau de la Generalitat por una, multitud de políticos, juristas, periodistas, militares y representantes de la llamada sociedad civil, entre comentario y comentario sobre las últimas encuestas preelectorales. El sondeo de EL PMS, que refleja el ascenso del Partido Popular tras el intento de asesinato de José María Aznar, y el de La Vanguardia, que pronostica una apretada victoria de Miquel Roca sobre Pasqual

Maragall, eran diseccionados según la conveniencia d e cada uno.

El vicepresidente Narcís Serra se fue por los cerros de Úbeda cuando se le preguntó por el ascenso de la popularidad de Aznar. Se limitó a señalar que en la sociedad hay claramente marcada una diferencia entre los que están a favor de la violencia y los que están en contra. Más explícito se mostró el, ministro José Borrell, para quien resulta lógico que exista un sentimiento de simpatía popular hacia Aznar, pero, matizó, otra cosa es lo que ocurra en unas elecciones que, como recordó, no están convocadas.

La posibilidad de que el PP obtenga mayoría absoluta es, sin duda, una mala noticia para los nacionalistas catalanes. Josep Antoni Duran Lleida, de Unió Democrática, consideró lógico el ascenso del PP, pero -agregó que hará lo que pueda para que no obtenga la mayoría absoluta y necesite un contrapeso para gobernar. "Sería una mala noticia", indicó Ángel Colom, de Esquerra Republicana. El presidente de la Generalitat se negó a comentar el sondeo porque no consideró que setratara de una muestra representativa. Además, agregó, con el 33,3% de los votos que el sondeo atribuye al PP, no se alcanza la mayoría absoluta. De todas formas, consideró lógico el incremento de popularidad de Aznar.

Pujol se movía más a gusto con la,encuesta de La Vanguardia, que otorga a la candidatura encabezada por Roca dos puntos más que a los socialistas de Pasqual Maragall, una previsión que considera "seria", sobre todo porque confirma sondeos anteriores de otros medios de comunicación. Sin embargo, Maragall también se mostró satisfecho, argumentando que las distancias se han acortado con respecto a las encuestas anteriores: "Les estamos cogiendo", declaró.