El alcalde pedáneo de un pueblo de Cantabria deshoja el futuro político de Hormaechea
, Juan Sarabia, el alcalde pedáneo de Cabárceno (Cantabria), injuriado por el presidente autonómico Juan Hormaechea, no sabe qué hacer, presionado como está tanto por los partidarios del presidente, a fin de que le perdone, como por los adversarios del mismo, interesados en que la sentencia se ejecute. El Tribunal Supremo acaba de condenar al presidente en funciones de Cantabria a un mes y un día de arresto mayor y a indemnizar al alcalde querellante con medio millón de pesetas.Los partidarios del presidente entienden que si Sarabia le concede su gracia, Hormaechea podría ser eximido de la pena impuesta y desaparecer así los posibles obstáculos de cara a las próximas elecciones, en las que aspira simultáneamente a la presidencia de la Diputación regional y a la alcaldía de Santander., Hormaechea ha ocupado ambos cargos durante varios años a lo largo de su carrera política, que se inició en la última etapa del franquismo.
Por contra, los hostiles al presidente, los demás partidos de la región, pretenden que Sarabia deje actuar a la Justicia y creen que los tribunales deben invalidar o impedir su concurrencia a los comicios del 28 de mayo.
Mientras escucha a unos y otros, Sarabia se evade de los periodistas, que le piden su definición en estos días previos a la contienda electoral.
Hasta el incidente del parque de Cabárceno, en marzo de 1994, cuando el presidente le llamó "enano baboso y feo", Sarabia consideraba a Hormaechea su ídolo político. Después de querellarse contra él, el Partido Popular le rescató del paro y trató de alejarle de la Upca (la agrupación de Hormaechea), procurándole un empleo. Asimismo le ha hecho candidato a la alcaldía de Penagos, en cuyo término municipal se asienta Cabárceno.
Perdón no eximente
Sarabia no ha descartado entrevistarse con Hormaechea, si éste se lo pide. Pero la opinión del catedrático de Derecho Penal Rodríguez Devesa, de la que se ha hecho eco el Diario Montañés,' puede desanimar a muchos, al advertir que el perdón del injuriado no impedirá el cumplimiento de la sentencia.
Pese al incidente, y a su nueva adscripción política, Sarabia sigue creyendo, y no le importa manifestarlo, que todos los líderes de Cantabria no le llegan a Hormaechea a la suela de sus zapatos. El medio millón de pesetas que deberá cobrar como indemnización del presidente condenado lo destinará, según asegura el alcalde pedáneao, al arreglo de la iglesia del pueblo.
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