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MATANZA EN EEUU

El FBI dicta una orden de busca y captura de dos sospechosos "de raza blanca" por el atentado

Transcurridas apenas 30 horas del peor atentado terrorista jamás sufrido en territorio norteamericano, el Buró Federal de Investi (FBI) dictó anoche una orden de busca y captura de dos hombres "de raza blanca", como sospechosos del atentado que reventó un edificio de nueve plantas en Oklahoma. Más de 200 agentes del FBI se trasladaron a esa ciudad del Medio Oeste estadounidense nada más ocurrir la matanza para investigar in situ los hechos. Ayer mismo, fue identificado el vehículo utilizado para cometer el atentado que supuestamente fue alquilado por los dos hombres ahora buscados. "La justicia será rápida, determinante y severa", prometió el presidente Bill Clinton.

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Destino Oklahoma

WeIdon Kennedy, agente del FBI a cargo de las investigaciones sobre la explosión, advirtió en una conferencia de prensa que los dos hombres -uno de ellos con un tatuaje el brazo izquierdo- pueden ser "extremadamente peligrosos" y pueden ir armados.Los dos sospechosos alquiaron la camioneta en la que se colocó la bomba, "mucho mayor", según Kennedy, que los 500 kilos de explosivos de que se habló en un principio. El FBI utilizó el vídeo de un edificio cercano para identificar el camión aparcado a las puertas del edificio siniestrado. Kennedy no reveló el lugar donde fue alquilado el vehículo pero fuentes oficiosas aseguran que fue en la ciudad de Junction, en el vecino Estado de Kansas, a unos 400 kilómetros de Oklahoma. La agencia de alquiler, también según las mismas fuentes, fue Ryder, la mayor de EE UU y la que se utilizó para alquilar el coche con el que se atentón contra las Torres Gemelas de Nueva York en 1993.

El Gobierno norteamericano, según la Fiscal General Janet Reno, ofreció una recompensa de dos millones de dólares (unos 245 millones de dólares) a quien facilite información que permita la detención de los responsables de la matanza.

Todas las banderas de Estados Unidos estuvieron ayer a media asta. El 19 de abril de 1995 será un día inolvidable para los habitantes de Oklahorna y para todos los norteamericanos.

"Nunca dejaremos que prevalezcan las fuerzas inhumanas en EE UU", declaró el presidente y, tras anunciar la orden de luto nacional en las banderas, pidió una oración silenciosa por las víctimas del atentado, por sus familias y las de los desaparecidos y por los equipos de rescate.

Ante las preguntas de los periodistas sobre si habría represalias militares de descubrirse conexiones entre los terroristas y algún país, Clinton pidió a los norteamericanos que no se precipitaran en sus conclusiones en cuánto a los autores del atentado: "No se trata del país de origen de nadie, ni de su religión: ha sido un asesinato, ha sido un acto malvado y equivocado y todo el mundo lo está condenando, independendientemente de sus convicciones religiosas. No podemos caer en estereotipos".

Centenares de agentes

"Tenemos", añadió, "dos misiones: una es buscar y rescatar a los supervivientes. La segunda es investigar. Hay 200 agentes del FBI en Oklahorna y centenares más en todo el país".

"Manejamos decenas y decenas de pistas y estoy seguro de que atraparemos a los responsables", afirmó el responsable del FRI en Oklahoma. Kennedy dijo que los mejores especialistas de EE UU están en el caso.

Mientras, los equipos de búsqueda, sin engañarse sobre las posibilidades de encontrar a un elevado número de supervivientes, estaban ayer convencidos de que aún podía hallarse a personas vivas en el edificio. El tipo de explosión, según Philip Yagor, jefe del equipo de Arizona, puede haber creado bolsillos, tabiques apoyados en paredes bajo los que pueden encontrarse supervivientes.

Esta madrugada el balance provisional seguía situado en 36 cadáveres rescatados, entre 200 y 300 personas desaparecidas y 400 heridos, de los que unos 70 están en estado grave.

En el aeropuerto londinense de Heathrow, los servicios de inmigración británicos devolvieron a EE UU a un pasajero bajo la sospecha de que podría estar relacionado con el atentado cometido en Oklahorna. El hombre, cuya identidad no fue revelada, descendió de un avión procedente de Chicago y portaba pasaporte norteamericano. Al parecer, son suyas las maletas, con destino a Ammán (Jordania) que fueron retenidas por la polícía italiana en el aeropuerto de Roma.

En Washington, un portavoz del Departamento de Justicia indicó que ese hombre tanto puede ser un testigo como un sospechoso.

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