Cebada: "Mis toros salen como la madre los parió"

Salvador García Cebada, ganadero de Herederos de José Cebada Gago -cuyos toros se lidian hoy en la feria-, avisa con antelación que lo suyo es el campo y no las palabras. Pero su conocimiento y afición al toro bravo le permiten pronunciar sentencias que son auténticas lecciones. Efectivamente, sus facciones son propias de un hombre curtido en el campo, pero es, sobre todo, un ganadero que defiende la integridad del toro. Y proclama: "Mis toros salen a la plaza como la madre los parió; es decir, que yo no tengo problemas con manipulaciones de ningún tipo".Hace tres años que Cebada no lidia en la feria de Sevilla. "No sé lo que habrá justificado la ausencia", dice el ganadero, "sencillamente no hubo contactos, aunque yo creo que mi ganadería es buena; por fortuna, me han llamado con tiempo y tengo una ilusión extraordinaria por lidiar en la Maestranza".Dice García Cebada que ha elegido la corrida a conciencia, "y está tan bien hecha y pareja", añade, "que no creo que haya otra igual en toda la feria". Y espera que su comportamiento no defraude las expectativas que ha depositado en ella. "Mi toro", explica el ganadero, "es bajo y bien armado, pero, sobre todo, tiene casta y bravura".La ganadería de Cebada es la única novedad importante de la feria, dominada por los hierros apetecidos por las figuras actuales. "Parece que mis toros molestan a los toreros que gozan de más cartel", reflexiona el ganadero, "pero no hay que olvidar que el que mete la cara transmite emoción, y sus orejas son las que sirven de verdad".

Salvador García Cebada reconoce que las figuras no quieren sus toros. "Claro que lo sé", asegura, "y yo creo que será porque ya han llegado arriba y no necesitan toros con emoción". Pero no le preocupa al ganadero lidiar en Sevilla una tarde alejada de los farolillos y en un cartel modesto. "La ilusión es la misma", afirma, "y mi deseo es que mis toros ayuden a los tres toreros a abrir la Puerta del Príncipe".Vuelve José Luis Parada

José Luis Parada vuelve a intentar a sus 46 años tocar de nuevo la gloria que tuvo a su alcance a lo largo de su extensa carrera. Natural de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ejecuta un toreo clásico, aunque las cornadas y su ánimo frágil le han impedido alcanzar la meta que se le auguraba. Reapareció y triunfó en la feria sevillana del año 89 y, tras una temporada fulgurante, dos graves cogidas le devolvieron al ostracismo.

En los dos últimos años ha estado ausente de la feria, aunque en 1994 lidió sin éxito en la Maestranza una de las tres corridas que mató ese año. "Esta es mi profesión", dice el torero, "me gusta y la necesito; pero soy consciente de que Sevilla es un compromiso, porque me lo juego todo a una sola corrida".

Parada alterna esta tarde con Fernando Cepeda y Martín Pareja-Obregón en la lidia de los toros de Cebada Gago.