El futuro del empleo

LA REDUCCIÓN del paro registrado en las oficinas del Inem en 28.778 personas el pasado mes de marzo, confirma la recuperación de la economía española, que ha sido capaz de reabsorber en los últimos doce meses los más de 200.000 empleos perdidos en los doce anteriores. Los datos de marzo son especialmente buenos -los mejores, junto a los de 1989, desde hace 15 años- y se apoyan en la mejora de la construcción y la industria. La recuperación de la industria ya quedó patente hace unos días con la subida del 13,9% del índice de producción industrial en enero.Pero el paro sigue siendo percibido por los ciudadanos, según confirman las encuestas, como el primer problema nacional. Hay motivos para ello: entre 2,5 millones y 3,6 millones de personas, según que se consideren los datos de las oficinas del Inem o la encuesta de población activa, se encuentran en paro. Ambas mediciones tienen defectos, pero las dos reflejan bien la tendencia. Desde comienzos de 1992, el paro ha ido creciendo trimestre tras trimestre en relación al mismo periodo del año anterior. Y esa tendencia se ha invertido a partir del último trimestre de 1994. Lo que no impide que la tasa de paro española siga siendo el doble de la media de la Unión Europea. La OCDE prevé que para el año 2000 la tasa de paro española bajará algo, pero que todavía una de cada cinco personas activas no encontrará empleo.El debate sobre el paro es un tema de primera magnitud en Europa y Estados Unidos. En este último país, el paro se mantiene por debajo del 6%, merced, sobre todo, a una legislación muy flexible que permite que, por ejemplo, el 25% de las mujeres ocupadas lo sean con contratos de tiempo parcial. Allí, la facilidad de despido tiene su contrapartida en la facilidad para encontrar nuevos empleos. La falta de adaptación de las economías europeas a las nuevas condiciones (encarecimiento de la energía, globalización, progresos tecnológicos) es el factor que determina el aumento del paro registrado en los últimos 20 años en este continente.

En Francia, el PIB se ha doblado desde 1973, pero el desempleo se ha multiplicado por diez. Algunos expertos sostienen que la época del empleo estable ha pasado. En el futuro, un número creciente de trabajos se ofrecerán en función de proyectos concretos, sin compromisos de continuidad. En los últimos, tres meses de 1994 se crearon en el Reino Unido 173,941 empleos a tiempo parcial, mientras que se perdieron 74.120 puestos de trabajo a tiempo completo. En Alemania, con una tasa de paro del 8,6%, los sindicatos plantean el problema del empleo en la negociación colectiva de los salarios, y empresas como Volkswagen proponen el reparto del empleo para afrontar la caída de ventas.

En España, el empleo ha venido disminuyendo desde 1975 a un ritmo del 0,4% anual, lo que explica esa coincidencia fatal de una baja tasa de :actividad (48% de la población) con un desempleo muy alto. Un estudio reciente estimaba que, para bajar la tasa de paro al 5%, harían falta diez años de crecimiento al 5%, lo que permitiría crear 400.000 empleos anuales. El estudio, en el que han intervenido Olivier Blanchard, Juan F. Jimeno, Charles Bean y Luis Toharia, considera que para conseguirlo se necesitan tipos de interés más bajos, reformas en la negociación colectiva y reducción de las diferencias entre trabajadores fijos y temporales a efectos de contratación y despido.

El trabajo se deslocaliza con gran facilidad en busca de condiciones. más ventajosas para las empresas. Sólo se salvan los que saben negociar y pactar. El caso de Pirelli, en Manresa, ha sido elocuente. Los trabajadores fijos han aceptado, gracias a la presión social, que la empresa contrate a 109 nuevos trabajadores con salarios temporalmente más bajos. Si no lo hacían la empresa creaba los puestos de trabajo fuera de España. Algo parecido ha ocurrido en Transportes de Barcelona, empresa que ha contratado, con el acuerdo de los sindicatos, a 45 conductores con un salario inferior en un 30% al del resto de la plantilla.