Alberto y la primavera

Con emoción acabo de leer las dos páginas que Babelia dedicó al centenario de Alberto Sánchez, uno de los republicanos españoles que figuran en mi libro Los que se fueron. Los que no volverán', editado en Barcelona en 1976, tras ser "desaconsejado" desde 1973 por el director general de Cultura Popular y Espectáculos en circular número 133 / 74 de la sección "Ordenación Editorial", léase, "censura". El libro contiene tres páginas dedicadas a Alberto Sánchez. A ellas pertenecen las 20 líneas que adjunto, con el ruego de sumarlas al homenaje a nuestro querido compatriota, muerto en el exilio, nacido en primavera, hace un siglo. Gracias."Yo tuve el privilegio de conocerlo en Moscú, en su humilde y alegre piso de Chieromuskaia. Todo, en el hogar de Alberto. y Clara, recordaba España: ristras de ajos y pimientos. secos colgados en la cocina; cuadros y esculturas por doquier, inspirados en rostros entecos, castellanos; en paisajes resecos y luminosos; en hogazas de pan, como si amasándolo en su mocedad hubiese aprendido a ser escultor, un gran escultor de España

"Era un hombre alto y enjuto, incansable trabajador y de una modestia increíble. Lo que más le entusiasmaba era la irrupción brutal de la primavera en el paisaje ruso. Los jóvenes abedules que rodeaban las viviendas del nuevo barrio, apenas derretido el hielo del largo invierno moscovita, empezaban a mostrar su primer brote. Y Alberto estaba allí, esperándolo. Lo observaba fascinado y luego llamaba por teléfono a sus compatriotas emigrados en Moscú y les anunciaba, alborozado: 'Ya llegó, ya llegó'. Había llegado la primavera y el desterrado de las tierras del sol la recibía como un niño con zapatos nuevos".

"Así era Alberto Sánchez Pérez, el gran artista español qpe ya no volverá."-